(NARRA GERARD)
Pasaron los días, nada había ocurrido.
En ese momento estaba estudiando en mi cama como tenía la costumbre de hacer. Frank también estudiaba en la suya, tenía la cabeza agachada y su cabello un poco más largo le caía sobre los ojos.
Me extrañaba tanta normalidad, y es que no había tenido ninguno de esos sueños raros, ni siquiera había soñado. Me costaba más dormirme, eso sí es verdad, pero yo sé muy bien el motivo, no había vuelto a dormir con Frank desde el campamento, estábamos algo más alejados porque los exámenes habían comenzado así que estábamos casi todo el día estudiando y es que este curso era bastante complicado, hasta Frank estudiaba todos los días y eso era poco común en él.
Mientras estudiaba me di cuenta de que no comprendía la mayoría de las cosas, me daba pena pedirle a Frank que me explicara, estaba demasiado concentrado, así que iría a la biblioteca para encontrar algún libro más detallado.
Era media noche pero lo bueno de este instituto es que la biblioteca siempre estaba abierta, cualquier persona podía ir a cualquier hora y por eso mucha gente que no era del instituto solía ir allí sin problema.
Le avisé a Frankie que iría a la biblioteca y salí.
Estaba todo oscuro, me recordaba a esas películas de terror en las que había un largo pasillo y un monstruo estaba al asecho. Es raro pero siempre me ha gustado sentir el miedo correr por mis venas, siempre y cuando sé que no estoy en verdadero peligro.
Por fin llegué a aquella gran biblioteca de innumerables estanterías llenas de libros, había tantos que me tardé más de media hora en encontrar el indicado. Estaba yo solo, no había nadie, lo prefería así.
Iba a volver a la habitación cuando sentí algo como un soplo de aire frío en mi oreja, no hice nada, me quedé paralizado, por algún extraño motivo sentía una presencia detrás de mí. Al minuto reaccioné, seguro serían boberías mías.
Me di la vuelta para comprobarlo y al hacerlo mis ojos se abrieron al máximo y no me podía mover. No podía ser real lo que veía, no podía serlo pero en frente de mi estaba mi abuela Elena, o como le gustaba que la llamaran, Helena.
Estaba igual que la última vez que la vi excepto por su ropa y esas manchas negras alrededor de sus ojos. Su cabello negro y largo con algunos mechones blancos seguía intacto, sus ojos verde esmeralda parecían tan reales como lo eran los míos, su rostro pálido y con algunas arrugas era el mismo y el típico “uniforme” de los muertos cubría su cuerpo.
No podía abrir la boca pero ella lo hizo antes.
-Gee… soy yo, soy Helena.- yo no respondía.-Mi pequeño artista...-Unas lágrimas se escabulleron por su rostro pero no eran lágrimas comunes, eran lágrimas de color negro, tan negras como el petróleo.
Sin temor alguno la abracé, era ella, era mi abuela de verdad, me había llamado como siempre solía hacerlo, eso hizo que yo también llorara.
Era como abrazar a una persona de carne y hueso, la sentía y podía oler su aroma a frutas.
-Te he extrañado tanto…-Logré decir- me has hecho tanta falta, no sabes cuánto…siento haberte defraudado, soy un asco-rompió el abrazo.
-No digas eso, estoy muy orgullosa de ti, has sido muy fuerte, no has debido extrañarme, siempre estoy contigo, a tu lado, estés donde estés.
-Pero yo… no te he visto, ¿por qué no te apareciste antes…? te necesitaba…
-Porque no me has podido ver aunque yo siempre he estado contigo… a eso vengo, a explicarte, sé todo lo que ha pasado, no has podido verme porque un espíritu te lo impide..., déjame contarte desde el principio.
Todo comenzó aquel día, el día del accidente de coche en el que casi mueres, en ese accidente chocaron con otro coche y quedo destrozado, el que iba en ese coche era Murthog, el espíritu que quiere matarte.
Luego llegó la ambulancia, tú y él estaban muy graves, si atendían a uno primero, el otro tendría menos posibilidades de vivir, como eras pequeño y él tenía veintisiete años, te eligieron a ti. No respirabas, trataron de reanimarte, tardaron demasiado pero lo consiguieron. Te subieron a la ambulancia y cuando fueron a reanimar a Murthog, ya era demasiado tarde.
Los llevaron a los dos al hospital, tú te recuperaste pero él quedo en coma y luego lo desconectaron de la máquina que lo mantenía con vida porque ya no había esperanzas.
Por eso él tiene esa conexión tan fuerte con el mundo humano, porque ha estado entra la vida y la muerte, vivo pero a la vez al borde de la muerte.- Hizo una pausa, yo estaba en shock- Te quiere matar porque cree que murió por tu culpa… y claro que no es así, pero él está seguro de eso. Según él si lo hubieran atendido primero, seguiría vivo y piensa que por tu culpa el accidente ocurrió. También te envidia, te envidia por haberte salvado tantas veces de la muerte, envidia tu poder, desde entonces está obsesionado contigo y te ha estado observando, no te había atacado antes porque no tenía suficiente poder y los demás espíritus no se lo permitían… hasta que los convenció, los convenció de que eres peligroso estando vivo con ese poder, de que muerto tendrías uno mayor y les serías útil, claro que hay unos espíritus que se oponen pero Murthog tiene sed de venganza.
Tú no me has visto porque uno de los de su grupo te lo impidió con sus poderes, les parecía peligroso que te contara todo, pero mira, aquí estoy Gee. Cielo, sé que no debería de estar pasando esto, pero eres especial, y hay una solución… debes concentrarte, poner toda tu energía en hacer todo desaparecer, así no los verás, no pasará nada, haz lo mismo que hiciste conmigo cuando me abrazaste, no se puede abrazar a los espíritus y tú lo has hecho, has puesto toda tu fuerza en ello, así que puedes hacerlo, no te rindas nunca, tienes un gran poder, además, ahora tienes a Frankie- Me miró pícaramente, ¿sabrá todo lo que siento?
Y es que ahora que sé la verdad, el por qué de todo, creo que era mejor haber estado en la ignorancia sin saber nada pero ver a mi abuela de nuevo me hizo sentir bien, y más sabiendo que esta siempre conmigo. Me dio una solución así que supongo que no todo estaba tan perdido como pensaba, pero es que, ¿qué podía hacer yo, una sola persona insignificante contra cientos, miles o quizás más espíritus con poderes? tenía miedo, tanto que empecé a temblar. Mi abuela lo notó.
-Hey, Gee, lo conseguirás, créeme.
-Yo no estoy tan seguro de eso- estaba llorando y ni siquiera lo había notado.-Helena… tú… ¿sabes …sabes algo de Frank?- Me sonrió
-Claro que sí, lo sé, sé tus dudas y te diré una cosa, eso que sientes ahí- dijo señalando mi corazón- es amor, él siente lo mismo que tu, también tiene dudas, lo he observado, es un gran chico y si esta en tu camino es por algo ¿no crees? Sé que él te hace sonreír cuando estas mal, se que lo amas- me volvió a sonreír, mis mejillas se coloraron- Está bien que le hayas contado todo, prometo estar en su boda- Me sonrojé aun más.- Gee, sé feliz.
-Yo…Frankie…- No me salían las palabras.
-Lo sé, bueno, Gee… te amo, tengo que irme, prometo estar siempre contigo.
-¡No! No te vayas… por favor.-Mis ojos se humedecieron.
-Debo hacerlo, prometo que pronto me verás, todo se acabará, todo estará bien.
Me sonrió y de pronto su imagen se fue disolviendo hasta desaparecer. Me tiré al suelo y lloré, lo hice durante largos minutos.
Estaba asustado, todo esto era una locura, ¿qué debía hacer?
Traté de tranquilizarme un poco, agarré el libro y corrí hasta la habitación, ¿y si le hacían algo a Helena por haber hablado conmigo? pero ¿Qué le pueden hacer si ya está muerta? ¿Cuándo la volveré a ver? Miles de preguntas rondaban por mi cabeza, todas ellas sin respuesta.
Al entrar a la habitación Frank me miró asustado, yo tenía los ojos rojos y llorosos.
De repente sentí unos brazos rodear mi cintura y sonreí, siempre había pensado que el destino estaba escrito, que lo que pasa tiene que pasar y por mucho que tratemos de modificarlo siempre terminará de la misma forma, que cada uno tiene escrita la historia de su vida y el día en el que va a morir.
En estos momentos pensaba que Frank era algo así como un ángel de la guarda que estaba a mi lado para ayudarme, para hacerme feliz y mantenerme con vida de alguna manera, porque sinceramente, si no hubiera conocido a Frank, si yo fuera el de antes, ya habría muerto, si hubiera pasado por todo esto yo solo, me habría suicidado antes de que Murthog me matara. Por eso creo que Frank y yo estábamos predestinados a encontrarnos. Ese pequeño de ojos avellana era mi salvador, me había enamorado de mi ángel.
Al soltarme nos sentamos en la cama y nos mirábamos a los ojos sin decir palabra, con su mirada me lo decía todo, quería que le contase todo, y eso hice, claro que omití la parte en la que mi abuela me dijo que nos amábamos. Le contaba todo lo ocurrido, haciendo pausas porque mis ojos se humedecían cada vez más, él solo me tomó la mano y la acariciaba para animarme a continuar.
Al acabar me abrazó otra vez, tenía miedo de que al haberle contado la verdad huiría de mí y me dejaría solo por miedo, pero lo conocía bien y sé que no lo haría.
-Gee, tranquilo, nada es tu culpa, ojalá esto le pasara a otra persona y no a ti, pero lo superaremos, te lo prometí. Me hubiera gustado mucho conocer a Helena, seguro que se parece mucho a ti.
No le contesté porque lloraría aun más pero sí lo abracé más fuerte, no lo quería soltar nunca. Esta noche no soportaría dormir solo.
-Frankie, tengo miedo… ¿puedo dormir contigo?-Él me sonrió y asintió.
Nos pusimos el pijama y nos metimos bajo las mantas, hacía mucho frío.
Las palabras no arreglarían nada, por eso nos abrazamos y cerramos los ojos, extrañaba tanto dormir así, se sentía estar en el cielo, y él era mi angelito.
No sé lo que pasaría a partir de ahora, estaba peor que antes, ni siquiera sabía cómo concentrarme, no quería que le ocurriera nada malo a Frankie por mi culpa, quizás sería mejor no meterlo en todo esto, pero sin él, yo no lo soportaría.
Por mi mente pasó la estúpida teoría de que si lo hubieran salvado a Murthog y no a mí, hubiera sido mejor, yo estaría muerto y él vivo, pero al pensar en Frankie esa teoría fue directa a la basura.
Ahora solo quedaba esperar, esperar a que quisieran matarme de repente y poner a prueba mis supuestos poderes.
------------------------------------------------
Otra vez siento la tardanza. Ya se ha acabado el verano y yo ya empecé la escuela ayer. En este cap está la explicación de todo, espero no defraudarles y que les guste.
Saludos y muchas gracias a todos, en especial a Raquel Marco por animarme a continuar y amenazarme para que subiera cap :)
Please comenten.
Otra vez siento la tardanza. Ya se ha acabado el verano y yo ya empecé la escuela ayer. En este cap está la explicación de todo, espero no defraudarles y que les guste.
Saludos y muchas gracias a todos, en especial a Raquel Marco por animarme a continuar y amenazarme para que subiera cap :)
Please comenten.
Me encanta tu fic!!
ResponderEliminarLo he leido desde el primer capitulo y he de decir que me encanta!! Siguelo pronto :)
Besos
Tu fic me encantaa!! *-*
ResponderEliminarSiguelo pronto por favor,
quiero saber que pasa a continuacon (:
Besos
muchísimas gracias *_*
ResponderEliminarprometo que continuaré lo antes que pueda.