lunes, 4 de julio de 2011

Capítulo 5 - ¿Algo más que amistad?


(NARRADOR OMNISCIENTE)

Había amanecido, eran las siete de la mañana y esta vez era Gerard el que se había levantado temprano, así que se fue a vestir.
Cuando ya estaba listo, miró a Frank que aun seguía durmiendo y se le ocurrió una gran idea..., así que se acercó a el y empezó a moverlo de un lado a otro.

-grrrrrrrrrrr....déjame... cinco minutos más mama- oyó decir a Frank con lo que a Gerard se le formó una sonrisa y sintió... ¿ternura? pero igualmente fue a la pequeña nevera y sacó una botella de agua...

-Con que con esas estamos...pues será por las malas Frankie.

Gerard abrió la botella, se acercó a él y le echó un chorro de agua en la cara. Frank dio un brinco.

-AHHHHHHHHHH ¡Gerard te voy a matar! ¡ven aquí!- dijo levantándose de la cama y yendo hacia Gerard.

-Venganza, dulce venganza- río Gerard.

El mayor retrocedía mientras Frank se acercaba,  hasta que quedó acorralado en la puerta, así que la abrió  y salió disparado y asustado de la cara de enfado de Frank que lo seguía corriendo todavía en pijama, que por cierto estaba empapado de agua congelada.
Corrían uno detrás de otro por los pasillos.

-¡Cuando te alcance te vas a enterar! -gritaba Frank.

Había gente que los miraba extrañados pero ellos seguían su persecución, corrían por el jardín, hasta que Frank cayó al suelo tras tropezar.

-Auch... creo que me he roto algo.... ashhh- Se quejaba tocándose la pierna. Al verlo Gerard se preocupó y fue a ayudarle

-Frankie ¿Qué te paso? ¿Qué te duele? ¿Estás sangrando?- Gerard se agachó quedando de cuclillas para ayudar a Frank y le tendió una mano pero…

-Jaja te lo creíste Peggy,  ahora sí que vas a desear no haber despertado a la bestia- Frank lo agarró de la mano e hizo que Gerard cayera al suelo mientras que el menor se le tiró encima, pero cuando se miraron a los ojos ambos se sonrojaron. Entonces Frank comenzó a atacar haciéndole cosquillas mientras el mayor intentaba zafarse de él sin conseguirlo.

Frank seguía atacando su cuello y Gerard estaba asfixiado de tanto reír, pero el menor también lo hacía al ver al otro.
 Siguieron así hasta que casi se quedan sin aire y ambos acabaron llenos de tierra.
 Luego Gerard se puso de pie y le tendió la mano a Frank para ayudarlo a levantarse pero lo que hizo el menor fue jalarlo de la mano y Gerard volvió a caer mientras Frank salía corriendo.

-¡Te la debía, Gee!

(NARRA FRANK)

Después de dejar a Gee tirado me fui corriendo hacia la habitación.
Me divertí mucho, sentía un mar de emociones… estaba tan feliz… aunque cuando lo miré a los ojos…  me entraron unas ganas de besarlo que creía casi sobrehumanas, pero no me atrevía.
Iría poco a poco, además, ¡hoy empezaría mi plan de conquistarlo! Y hablando de eso, ya era tarde y teníamos que ir al parque acuático. Estaba tan emocionado, me sentía como un estúpido adolescente quinceañero… ¿pero qué digo? Si todavía tenía catorce… así que supongo que se me estaba permitido actuar así.

Como todavía estaba en pijama, que ahora estaba empapada por cierto, y lleno de hierbajos y tierra agarré mi ropa con el propósito de darme una ducha pero entonces llegó Gee con cara de una mezcla de asfixiado y enfadado, así que me metí corriendo a bañar.

-¡Si no quieres verme desnudo mejor que no abras la puerta!- grité y no oí respuesta.
 Empecé a quitarme la ropa y luego a meterme en la ducha.
Comencé a enjabonarme el cuerpo y como de costumbre a cantar.

“I´M A BARBIE GIRL, IN A BARBIE WORLD
LIVE IS PLASTIC, IT´S FANTASTIC
YOU CAN BRUSH MY HAIR
UNDRESS ME EVERYWHERE
IMAGINATION, LIVE IS YOUR CREATION
C´MON BARBIE LET´S GO PARTY
AH AH AH YEAH”

-¡Tanto estar con Mario te está afectando!- escuché la voz de Gee detrás de la puerta. Yo solo reí.

Terminé de ducharme y me vestí con uno de mis nuevos conjuntos, unos vaqueros negros muy ajustados y con muy quiero decir que hasta me apretaba “ahí”. Me los bajé para que se me vieran los boxers y me puse un cinturón de cadenas colgando, una camiseta sin mangas negra con una calavera blanca a un lado y unos converses negros.
Me mire en el espejo

-Hola guapo, espejito espejito ¿quien es el más bonito? pues claro que tu Frankie grrr eres toda una fiera, ¡qué sexy!

Sí, se me estaba yendo la olla… hasta hablaba con el espejo… bueno, después de mi interesante conversación con el espejo como me había recomendado Mario, me pinte los ojos con un delineador y me puse brillo de labios. Realmente estaba dudando de si algo en mi cabeza no me funcionaba...

Me miré una última vez y luego dispuesto a salir giré el pomo de la puerta pero... no abría.

-¡Gerardo Arturo, ábreme la puerta!- escuché unas carcajadas por parte de él.

-No Francisco Antonio Tomás, no hasta que te disculpes.

-Está bien...  ¡discúlpame por enfadarme porque me despertaras tirándome agua congelada!

-Bueno, Franquito, ¿así que no te acuerdas de la otra vez que me despertaste gritándome? por mi te puedes quedar todo el día ahí encerrado.

-¡Cuando salga vas a desear no haber nacido!

-Ay, que miedo- me dijo sarcástico.

-Ya, ábreme la puerta y... y te compro dulces.

-Conmigo no sirve el chantaje... ¿pastelitos de chocolate?

-Sí... sí, los que tu quieras

Gee me abrió la puerta y cuando me vio se le quedó una cara de sorprendido. Mi plan estaba funcionando wajajaja, pero por encerrarme le pellizqué el brazo y él soltó un quejido.

-Ahora sí, buenos días- le dije y le di un pequeño beso en la mejilla. De repente me dio calor....

-¿Ya está? ¿no me vas a matar?

-¿yo? no podría, soy muy bueno- puse carita de ángel.

-Claro, claro Frankie, lo que tu digas, pero venga, vámonos ya que es tarde.

Antes que nada bajamos a la cafetería a tomarnos un café dónde estaban los demás. Luego nos iría a recoger la madre de Gee.

Estábamos esperando cuando llegó Donna y se bajó del coche. Era una señora de cabello rubio que de verdad que a primera vista me dio un poco de miedo. Llevaba unos pantalones de esos elásticos imitación a cuero, y una camiseta negra con el dibujo de una muñeca decapitada...

-¡Hola, chicos!-nos saludó. No parecía tan malvada- a ver como cabemos todos aquí...

Era cierto, ¿cómo íbamos a caber en ese auto?, así que Mikey fue de copiloto, Ray subió después atrás, a su lado Bob, luego Ron y luego Gee, quedándonos Mario y yo afuera porque ya no cabía más nadie...  pero a Mario se le ocurrió una idea y me picó el ojo, se sentó encima de Ron y yo encima de Gee... estaba muy sonrojado y mi corazón iba a mil.

-¿Todo listo ya?-preguntó Donna- cuando miró a Gee por el retrovisor sonrió porque al parecer se alegró de que tuviera un amigo- ¿Habéis traído protector solar? porque si no, se van a quedar todos rojos-todos asintieron- ¿y bañador?- volvimos a asentir- Todo en orden, así que vámonos.

Me fijé de que en el auto había colgado una muñeca de esas que me asustaban cuando era pequeño, parecía que te miraba... esta mujer sí que era extraña... ya sé de donde había salido Gee.
Donna encendió el auto y pegó un brinco con el que casi me voy hacia alante y me entrompó, pero Gee me abrazó por la cintura para que no cayera, se sentía tan bien...

-Serás pequeñito, pero sí que pesas enano- me sonrió.

Yo estaba tan rojo que traté de no mirarlo, pero Mario me miraba divertido. Gee aún se aferraba a mi cintura y continuó así durante todo el viaje. Aparte de que la carretera estaba llena de baches y pegaba brincos a cada rato aplastando al pobre Gerard, con esa excusa le agarraba las manos a cada rato, por mí el viaje podía durar días...

-Agh estoy mareado... voy a vomitar- se quejó Bob.

Donna paró el auto y Bob salió mareado a vomitar mientras lo mirábamos por la ventana.

-Puag...- dijo Ron.

-¿Si les da asco entonces para que miran?- preguntó Donna -hay que ver, que cotillas...

Luego Bob subió otra vez, y Donna le preguntó si se encontraba mejor, él asintió así que continuamos nuestro viaje.

De vez en cuando Mario se giraba para besar a Ron apasionadamente sin importarle que Donna los mirara,  que envidia les tenía...

-Mi amor ¿por qué estoy notando algo duro ahí abajo? Contrólate, honey- dijo Mario y Ron rió- Si fuera por mi te cogía aquí mismo pero sabes que...

-Mario, por favor...- le pidió Gee.

-Sí, Gerard, no te hagas el tonto que sabes que tú también lo estas deseando, sugar.

Gee lo ignoró. Yo disimuladamente le hacía cariñitos en sus brazos y pronto me quedé dormido abrazándolo y con la cabeza apoyada en su pecho ¿estaba en el cielo?

-Hey, Frankie, Frankie, ya llegamos- me dijo moviéndome pero no me inmuté- Si no te voy a despertar como esta mañana...

-¡Hola!- le sonreí y besé su mejilla.

Nos bajamos del auto y entramos.

-¡Vaya! esto es grandísimo- dije, en verdad parecía una isla de lo grande que era llena de toboganes y atracciones- Por cierto, felicidades Mikey- lo abracé.

-¡Gracias! ¿Alguien más se acuerda de que  la razón por la que estamos aquí es por mi cumpleaños?- los miró a todos, y luego se fueron acercándose y felicitándolo- Frank es el único que se acuerda de mi... que triste...

-Tampoco exageres- le dije.

En fin, fuimos a ponernos el bañador, el mío era uno rosa con calaveras blancas, no era de esos que son muy pequeños que apenas te tapa ni tampoco uno de esos que llegan hasta la rodilla.
Luego salí y me quede boquiabierto tras ver a Gerard... era tan perfecto... su pecho tan blanco, su cabello negro que contrastaba y esos ojos esmeralda... salí del trance. Bueno, él llevaba un bañador del mismo modelo que el mío pero no tenía calaveras si no que era negro con cerditos… era tan adorable.

Luego observé a Mario... llevaba un bañador que apenas le tapaba, bastante ajustado y de color blanco que decía "you turn me on" en la parte delantera y "touch me" en la trasera...  ese chico sí que estaba mal.

Los demás tenían el típico bañador de colores.

-¡Hey Frank! ¿A cuál vamos primero?- me preguntó Gee.

-¡Yo quiero ir al del unicornio!- sugirió Mikey

-¡A ti no te estaba preguntando!- le dijo Gee.

-No seas tan malo con tu hermano Gee. Anda vamos al unicornio.

-¡Bien!

Gee me miró con cara asesina y todos nos fuimos hacia esa atracción. Para mi suerte los flotadores eran de dos en dos, así que yo fui con Gee. No me resistí a no tocarlo cuando estábamos ya en el flotador, él delante y  yo detrás, y lo abracé por la cintura.
La caída era bastante alta así que echamos un grito y salimos por la boca del unicornio.

Así probamos muchas atracciones, el volcano, el dragón, el gigante, la torre del poder... hasta que nos subimos a una que era un recorrido de tubos cerrados muy larga y mientras estábamos en ella oímos unos gemidos.

-Ya están estos dos otra vez...-dije ya cansado- ¿y si los asustamos Gee?- le susurré en el oído. Él asintió sin saber lo que haría- Ah... si... Gerard... más rápido... ah... que rico- empecé a simular que gemía. Gee estaba sonrojado pero entendió lo que pretendía.

-Ah si... mi Frankie... así... ah...mmmm- me siguió el juego aunque eso me encendió, y noté que algo en mí estaba despertando, más bien mi “cosa”... ¿ahora que iba a hacer? me eché agua fría y se calmo un poco...
Es que ¿quién es capas de liarse en unos túneles? pues la respuesta es... Mario y Ron que por cierto, dejaron de hacer ruiditos.

Llegamos abajo y los mencionados no dejaban de mirarnos muy raro, seguro se habían creído que estábamos haciendo algo...

-¿Se puede saber que estaban haciendo en ese túnel?- preguntó Mario.

-Eso es lo que le tenemos que preguntar a ustedes, ¿que hacían liándose ahí? nosotros solo estábamos tomándoles el pelo- dijo Gee.

-Primero, que no nos estábamos liando, solo... tocándonos, es muy difícil aguantar todo el día, y segundo, pues me creí la bromita.

Nos dio la risa tonta y después nos fuimos a comer unas hamburguesas que había traído Donna, que estaban muy buenas aunque yo tuviera que quitarle la carne...

Después como cuando éramos niños le dimos los regalos a Mikey. Básicamente ropa,  pero como Mario siempre tiene que cagarla, le regalo un tanga con un dibujito de unicornio.... Mikey se sonrojó.
Yo siempre estaba pegado a Gerard como una lapa. Había sido un día muy divertido pero ya iba a cerrar el parque, por eso por último nos fuimos a una playa de esas que tienen olas falsas y luego nos duchamos y cambiamos. Ya en el auto...

-Todavía tenemos tiempo, ¿qué les apetece hacer?- preguntó Donna.

-¡Ir al centro comercial!- contestamos todos.

-Está bien...

Como antes, yo estaba sobre Gee y él me agarraba de la cintura, era tan tierno...
Llegamos y fuimos a algunas tiendas de juegos y de repente se me ocurrió una gran idea... Siempre he querido hacerme un piercing, sé que es algo loco hacérmelo ahora pero serviría para provocar un poco a Gee.

-Hey Gee, vamos a esa tienda, me voy a hacer un piercing.

-Frank ¿te han dicho alguna vez que estás loco? ¿Ni le vas a decir a tus padres?

-Baa... a ellos les da igual. Venga, vamos Gee- lo jalé de la mano.

Un chico totalmente tatuado me atendió, y en menos de cinco minutos ya tenía un bonito piercing en forma de aro en el labio. Ni me había dolido, aunque se me habían hinchado un poco los labios.

(NARRA GERARD)

Hoy había sido uno de los mejores días de mi vida, otro de ellos había sido cuando me compré mi primer cómic, lo sé, entiendo que quizás es un poco friki.

Bueno, hoy Frank había estado muy cariñoso cosa que me encantaba... pero cada vez era más irresistible, se había puesto una ropa que no dejaba nada a la imaginación y me dejaba babeando,  y mejor no hablar en bañador...
Había estado todo el día sintiendo cosas en el estómago, escalofríos, cambios de temperatura... en fin, ya era obvio que sentía algo por Frankie... pero ¿qué? ¿Es normal esto en la amistad? no lo creo porque con los demás es diferente... cada vez que me abrazaba, era algo inexplicable, lo que sabía es que quería comerme su boca, más ahora que acababa de hacerse un piercing y tenía los labios rojos e hinchados... me preguntaba en cómo alguien podía ser tan perfecto.

A Frank le dolía un poco la boca después de un rato, y fuimos a tomarnos un helado, cosa que no fue buena idea... luego comprenderán por qué.

Yo me pedí uno de fresa al igual que Frank, nos sentamos en una mesita. Estaba comiendo tranquilamente cuando Frankie empezó a chupar su helado de una forma... ¿provocativa?  No le podía quitar la vista de encima...lo lamía... se lo pasaba por sus labios... casi me da algo  y sin quererlo mi entrepierna despertó. Traté de no mirar pero no podía... "contrólate Gerard, contrólate" me decía  a mí mismo.
Volvimos al auto, encima Frankie iba encima de mí. Suerte que al menos nos pusimos a jugar al veo veo. Sí, creo que creemos que tenemos cinco años...

-Veo veo- empezó Mario afeminadamente.

-¿Qué ves?-dijimos todos.

-Una cosita.

-¿Y qué cosita es?

-Empieza por la P.

-¿Que será, qué será, qué será?- cantamos.

-¿Puerta?- dijo Ray.

-no.

-¿Perro?- dije yo

-¿Acaso tú ves algún perro aquí? les daré una pista... es algo que me gusta mucho, es duro, lo tiene mi novio, y Frank no.

-Ya empezamos...-dijimos todos al unísono.

-A que adivino... ¿pene?- dijo Frank.

-¡Sí! acabas de admitir que no tienes pene.-estalló en carcajadas.

-¿A sí? ¿Y entonces esto qué es?-dijo Frank señalando su entrepierna, cosa que me provocó...

-Pues que te pones relleno porque sientes complejo- explotamos de risa. No sé cómo mi madre había aguantado todo, y encima parecía feliz. Supongo que es porque su querido hijo antisocial tiene amigos, amigos raros, pero amigos al fin y al cabo.

Seguimos con nuestras boberías hasta que llegamos al instituto y le di un abrazo de despedida a mi madre.

-Adiós- nos despedimos de Donna.

-Esa Donna si que mola, se merece una ola- ¿a que no adivinan quién dijo eso? sí, que raro que fuera Mario.

-Uouhhhhhh- hicimos una ola

-Otra ola.

-Uouhhhhh

-Un Tsunami

-Whouuuuu.

-¿Seguro que no se tomaron nada?-preguntó Donna y nosotros reímos.

Estábamos tan cansados que como anoche fuimos a la cafetería, cenamos y nos regresamos a la habitación.

-¡Ash, qué cansado estoy!- Me tiré a mi cama.

-¡Y yo!- Frank se tiró también en mi cama aplastándome.

-¡Au!- me quejé pero él se acomodó a mi lado y me abrazó. Yo le correspondí, apoyó su cabeza en mi pecho.

-Gee.

-¿Sí?

-Eres mi mejor amigo, te quiero- me dijo, y mi corazón fue a mil.

-Y yo a ti. pequeño.

Estuvimos así un rato pero teníamos que ponernos el pijama, que desde entonces era la chaqueta que le presté a Frank aquella vez, me gustaba olerla para dormir, sí, no la había lavado y sí,  soy un guarro.
Ya cambiados nos íbamos a acostar

-Que descanses, cariño- me dijo, y me dio un beso en la mejilla. Como de costumbre me sonrojé

-Tu también, Frodo.

Cada uno se fue a su cama, pero yo me quedé pensando, ¿qué hago? ¿Le digo lo que siento y arruino nuestra amistad o seguimos así? tengo miedo a lo desconocido y a lo que pueda pasar, así que por ahora está bien de este modo, no tenía ni idea de estas cosas... aunque tampoco tenía ganas tenía que recurrir a Mario.
Estaba claro que lo que sentía por Frank era algo más que amistad, pero me daba miedo aceptarlo.

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¡Hola! espero no defraudarl@s, ahora trataré de subir un cap cada dos o tres días.
Frank ya lo tiene en el bote pero a Gee le da miedo lo que pueda pasar...
al siguiente día ya empieza la acampada :) ¿qué pasará? ¡lo descubriremos en el próximo capítulo!
 Quería preguntarles si quieren que le ponga imágenes de todas las cosas que nombro en mi fic, como de las atracciones, la ropa... o si prefieren imaginárselo ustedes
SALUDOS y COMENTEN

sábado, 2 de julio de 2011

Capítulo 4 - ¿Yo enamorado?


(NARRA FRANK)

 Hoy era ya jueves, mañana era el cumpleaños de Mikey -no iríamos al instituto ese día- y el sábado empezaba la acampada… así que como de costumbre, me levanté perezosamente de la cama para ir a clases. Me cambié de ropa en el baño, -unas bermudas y una sudadera-, y ya estaba listo, mientras que Gee sigue dormido, así que para pegarle un susto me acerqué sigilosamente a su oído y grité:

-¡Gerard, el instituto se esta quemando!

Él abrió los ojos como platos y dio un brinco sobresaltado mientras yo me reía.

-Bonita forma de levantarme.

-O era eso, o te tiraba un cubo de agua… además mereció la pena ver la cara que pusiste. Pero… buenos días Gee, ¿Qué tal dormiste?- dije con una sonrisita pícara.

-Oh, genial, hasta que un enano poseído me despertó con un grito y no sé si me dejo sordo, por lo demás bien.

Nos entró una risa tonta, cosa que era común. Siempre que hablábamos acabábamos riendo de cosas sin sentido aunque no tuvieran una ni pizca de gracia. Me encantaba verlo feliz con esa sonrisa tan bonita en su rostro, realmente no sabía lo que me pasaba con Gee.

 Mientras me acomodaba elcabello, que ya se me había desteñido y ahora era completamente oscuro y un poco más largo, Gee se fue a vestir.
Salió con una camiseta como de al menos tres tallas mayores que él y unos vaqueros igual de grandes, la verdad es que desde que lo conocí hasta ahora había cambiado mucho, tanto físicamente como en personalidad. Ahora era mucho más animado.

Como siempre nos dirigimos a clase y hablábamos de boberías como historias divertidas de cuándo éramos pequeños. Como que una vez en la que Gee intentó cambiarle los pañales a Mikey y este le meó encima, o que yo le había llamado puta a una profesora en preescolar e imitaba la cara que se le había quedado a ella.

Ambos nos mirábamos y reíamos tontamente. Estaba muy feliz, antes pensaba que ya lo era pero desde que conocí a Gee, lo fui de verdad. Él es como esa parte de mi que me hace sentir completo. Yo le contaba todo y él siempre me escuchaba atentamente por más bobo que fuera eso.
Respecto a Pablo y sus ex-amigos, los ignorábamos. Yo ya me había vengado…

*Flash Back*

Por mucho que le prometí  que no haría nada al respecto no podía quedarme sin hacer nada. Le había dicho a Gee que me iba a la biblioteca a estudiar pero la verdad es que iba a comenzar mi venganza.
Lo que más le importa a Pablo es la imagen, y él la tenía de malo de la escuela y de super macho, así que le pedí ayuda a Mario para mi plan y él aceptó encantado.
Ya había pasado unos días de eso así que hoy era mi turno, llevaba mi cámara con una cinta colgada a mi cuello preparado para atacar.
Le había pedido a Mario que acosara a Pablo hasta que consiguiera que lo besara, ya sea a las buenas o a las malas. Ya llevaba varios días de acoso y hoy Pablo iría al vestíbulo donde se cambian los que están en el equipo de fútbol. Según Mario, su plan estaba yéndole muy bien. 
Mientras yo esperaba fuera del vestíbulo llegó Mario, me picó un ojo y entró. Yo estaba en una esquina de modo que no me podían ver, y entonces después de un rato salió Mario agarrando a Pablo de la mano y arrastrándolo hacia la pared. Lo besó. Mientras  estaban besándose yo me preparé y sacaba fotos, hubo una buenísima en donde se veía que se tocaban el trasero.
Cuando acabó Mario lo soltó y le dio una cachetada a Pablo seguida de una patada en sus partes bajas,-y claro que también saque fotos de eso- , Pablo se quedó desconcertado y Mario y yo nos fuimos corriendo.

-Estuviste increíble- le decía.

-Gracias, ya sabes que siempre consigo lo que quiero. Hasta el más heterosexual se vuelve gay por mí, cariño.

Ahora todo era cuestión de mandarles las fotos por redes sociales, móvil, o lo que sea a todo el instituto, en especial a sus estúpidos amiguitos homofóbicos.

*Fin Flash Back*

Y desde entonces toda la escuela se enteró. Sus súbditos dejaron de seguirlo, se burlaban de él y se quedó solo. Se lo merecía pero yo solo pensaba “estúpidos, la homofobia es gay”.
  Gee al ver a Pablo tan raro y que en vez de meterse con la gente, la gente se metía con él, me preguntó extrañado que le había pasado y yo le conté mi magnífica venganza, y esa fue una de las muchas tardes de risas y boberías con Gee.

 Ya en clases nos dieron los resultados de aquellos exámenes de geometría. Había sacado una A y cuando Gee vio su nota se puso muy feliz y me abrazó fuertemente mientras un escalofrío me recorría el cuerpo.

-¡Gracias! Gracias a tu ayuda saqué una A+ ¿y tú?- le mostré mi examen- te he superado, te he superado, - canturreó- el alumno ha vencido al maestro.

-Este bien, para la próxima no te ayudo, a ver si me superas.

-No, no, claro que no. Tú eres el enano más listo del mundo Frankie, nunca te podré superar mi maestro- rió divertido.

-Si, si claro, ahora hazme la pelota. Arrodíllate ante mi, mi súbdito.

-Lo que usted me ordene, oh, mi sabio enano.

Lo sé, parecíamos niños de cinco años, pero unos niños pequeños muy felices.
Gee estaba apunto de arrodillarse cuando…

-Por favor, déjense de fiestas que todavía no estamos en el receso o les bajo un punto de la calificación media. 
Ambos agachamos la cabeza, pero cuando la profesora se dio la vuelta empecé a hacer gestos y a mover la boca imitándola. Gee trataba de contener la risa pero explotó.
Lo sé, era ridículo, habíamos retrocedido a nuestra infancia, aunque realmente yo todavía no había salido de ella.

Después de clases, -he de decir que en ellas ni yo prestaba atención porque la pasábamos hablando o mirándonos-, a parte de algún que otro contacto con nuestros brazos o piernas, cosa que me encantaba y me ponía piel de gallina…
Bueno, resulta que al final de clases estaba Pablo caminando cabizbajo por los pasillos, todavía se le notaba el moretón de la cachetada de Mario pintada en su mejilla, y como yo soy muy malo, al pasar a su lado…

-Fiesta fiesta, pluma pluma gay, pluma pluma gay, pluma pluma pluma gay- me puse a cantar- ¡eso por meterte con Gee!

Gee se empezó a reír pero Pablo solo siguió caminando y agachó la cabeza aún más.

-¿Qué le tienes que decir a tu maestro?

-Oh, mi sabio Frodo, cada día eres más malévolamente malvado

-Gracias mi siervo… ¿Cómo que Frodo?

-No sé, es que no sé por qué pero me recuerdas a Frodo Baggins, el del señor de los anillos- se echó a reír.

-Oh, ¿de verdad? Pues tú me recuerdas a la cerdita Peggy.

-Gracias por el halago- nos reímos.

-Oye Gee… ¡vámonos de tiendas! No tengo ni bañador para el parque acuático…

-Claro Frankie, como tú quieras, solo que… ¡no se puede salir del instituto entre semana! Pero da igual, te bañas en bolas y ya.

-No hay problema… ¡nos fugamos del instituto y ya esta! ¿Te olvidabas de que tu enano tiene enchufes para poder salir?  ¡Y no me pienso bañar en bolas!

-¿Ah si?, ¿a quién?

-¡A Mario! Solo que también habrá que ir con él.

-¿Acaso no te estará gustando ese Mario?, tanto hablar de él…

-¡Obvio que no! Pero bueno, ¿nos fugamos o no?

-No sé Frankie… ¿y si nos pillan?… nos caerá una buena…

-Esta bien, pues me voy yo solo…

-No, no… okay, ¡vamos!- le sonreí. Era tan fácil convencerlo.

Fuimos hacia la habitación de Mario y tocamos pero salían unos ruiditos -más bien gemidos- procedentes de allí que me dejaron con la boca abierta al igual que a Gee, y como soy muy malo como seguramente habré dicho, me puse pegado a la perta y empecé a decir:

-Oh si… ahh… cariño dame más, azótame…. Ahh la tienes muy pequeña, preferiría tirarme a una chica antes que a ti, Mario…

Gerard se puso colorado y empezamos a reír. En el interior de la habitación surgió un silencio y después de un rato Mario nos abrió la puerta.

-Eres un hijo de puta Frank…-me miro con enfado. Yo simplemente sonreí- Ah, hola Gerard-  le dijo muy sensualmente. Me encantaba como Gee se quedaba cortado

-Hola…

Pasamos a su habitación, que estaba toda tirada y había un chico más o menos de mi altura, de cabello pelirrojo que más bien parecía naranja, ojos verde-azulados y vestía unos vaqueros que tenía la cremallera desabrochada -y ya me imaginaba el por qué...- y una camiseta roja,  sentado en la cama.

-Les presento… este es Ron, mi novio. Ron estos son Frank y este es Gerard.

-Hola-le saludamos y nos estrecho la mano, pero yo…

-¿Quién sabe que habrás estado haciendo con esa mano…?-Ron se sonrojó

-Bueno, ¿a que se debe la “nada” inoportuna visita?- nos preguntó Mario.

-Pues verás… necesitamos tu ayuda… queremos salir del instituto hoy y pues… tú eres el que sabe cómo.

-¿Así que para eso? ¿A dónde van?-preguntó Mario.

-Pues de compras…no tenemos ni ropa- le contesté.

-¡Que bien! yo también quiero ir de “Shopping”! Pero…  con una condición… Frankie bésame, siempre te he querido…-al ver mi cara de susto y la de su novio de enfado se echo a reír- que es mentira, ya te gustaría a ti, yo tengo a mi Ron- se acercó a el y se empezaron a besar descaradamente en la cama.

-Ejem…-me aclaré la garganta pero siguieron. Gee me miraba divertido. Luego se separaron y se agarraron las manos.

-Está bien…-dijo serio Mario- ¡Nos vamos de “Shopping”!- cambió a un tono alegre.

Salimos de la habitación y nos hizo una señal con la mano para le siguiéramos, avanzábamos por el jardín hasta un largo pasillo donde habían unas rejas. En una de ellas había un gran agujero y pasamos por ahí, y ya directamente salimos al parque de New Jersey.
 Afortunadamente había un centro comercial a unas pocas cuadras, así que fuimos hacia allí. Mario y Ron seguían agarrados de mano y en mi interior creo que sentí… ¿envidia?, envidia de no poder estar yo así con Gee…

Llegamos y entramos. No sabíamos a que tienda ir, Gerard quiso entrar a una tienda dónde vendían pinturas, caballetes y cosas de esas, Ron le siguió y yo estaba a punto de entrar pero Mario me detuvo.

-Tengo que hablar contigo- me dijo.

-¿Qué pasa?

-Pues pasa que poco más y te babeas al ver a Gerard, eso pasa, no lo niegues ¿te gusta ese cerdito verdad?

-Emm… esto… no…no lo sé…

-Anda Frank, no te hagas el bobo que se nota a kilómetros, en sus miradas…

-Vale, vale, si, me gusta y mucho, le quiero… o eso creo -confesé-  al principio pensé que solo era amistad pero luego… siento tantas cosas…

-Hey, yo solo quiero ayudarte. Cuéntame, ¿qué sientes?

-Siento que quiero estar siempre con él y cuando lo estoy solo existimos él y yo me siento feliz, que todo el día pienso en él, que si se va un segundo lo extraño, que mi corazón late a mil cuando esta cerca o cuando nos abrazamos, que se me eriza la piel al contacto, que cada vez que veo sus labios siento que quiero besarlo, que si el esta triste yo también al igual que si el es feliz, yo también, que cada vez que lo veo o lo pienso me recorre un escalofrío por todo el cuerpo, que sin él no soy el mismo…-él me escuchaba atentamente.

-Frank… esto es grave…, es obvio que te gusta… pero es más que eso, según lo que sientes… estás enamorado de Gerard- abrí los ojos de par en par.

-¿Qu-qué? No…

-Que sí Frank, estás enamorado del beicon… pero yo creo que él también siente algo por ti, como te dije las miradas dicen mucho.

-Pero… ni siquiera creo que a Gee le gusten los hombres… y menos un niñito como yo… y no sé… nunca me había pasado esto.

-Frank, tienes varias opciones, la primera, que es la peor: te alejas de él y tratas de olvidarlo, dos,  sigues siendo su amigo y aguantas las tentaciones, cosa que es muy difícil, o 3 y es la mejor, haces que se enamore de ti, lo seduces.

-Pero… ¿Cómo? ¿qué hago?¿qué le digo?

-Yo seré tu maestro mi pequeño Frank- me sonrío- primero y lo que estás haciendo bien, sé su mejor amigo, está siempre con él, que él confíe en ti  pero a veces dale señales…mándale indirectas, quédate mirándolo, cuando puedas abrázalo… dile cosas que lo confundan, llámalo cariño o dile que lo quieres por ejemplo, pero no le digas que te gusta porque puede que se aleje de ti. Sobre todo sé tu mismo. Lo que tienes que cambiar tu apariencia para provocarlo ¿entiendes? no te vistas como un viejo -río- y como hoy vamos de compras estamos de suerte. Sobretodo ponte pantalones muy ajustados… que marquen tú… ya sabes y que se te vean un poco los boxers, usa camisas ajustadas. Créeme, lo sé. Mucha suerte Frank, lo conseguirás - me sonrío- solo mírate cariño.

-Muchas gracias, gracias, gracias- lo abracé.

-De nada, si necesitas consejo estoy aquí.Sé un tigre Frank Grrrrrr- gruñó y nos reímos.

Después de eso entramos a tiendas y Gee y Ron volvieron.
Compramos demasiado, hubo una tienda que me encantó llamada Skeleton Crew, había ropa tan a mi estilo… Mario me ayudaba a elegir la ropa. Si preguntan que con qué dinero, pues yo con el dinero de una tarjeta de crédito que me habían dado mis padres por si lo necesitaba, y al parecer a Gee también le habían dado dinero sus padres.
Nos estuvimos alrededor de dos horas o más, estaba asustado por si nos descubrían pero llegamos corriendo y nadie se había enterado de nuestra ausencia, o al menos, casi nadie.

Era tan tarde que apenas fuimos a la cafetería a cenar, con Mikey, Ray, Bob, Mario, Ron y obvio Gee.

-¿Dónde se pasaron todo el día? Los hemos estado buscando- preguntó Ray.

-Pues… hoy dormimos todo el día -me inventé.

-Claro, claro, solo durmiendo….-dijo Bob, yo me sonrojé.

-¿Mañana todos vaís a mi cumpleaños, verdad?-preguntó Mikey -que por suerte cambió de tema- aunque más que una pregunta, parecía una orden.

-Claro que si Mikey- dijimos todos sin ánimos porque ya nos había preguntado eso al menos unas doscientas veces.

Directamente subimos a la habitación a ponernos el pijama y a dormir, mañana sería un largo día, empezaría mi conquista.
Y como ya es rutina:

-Chao Frankie, que sueñes con los angelitos- me dijo Gee

-Tu también, Gee- si supiera que para mi él es mi angelito…

Me dormí pensando en Gee, yo lo sabía, estaba enamorado de Gerard Way…

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He aquí el cuarto capítulo, espero les guste :) como puede que hayan adivinado, Ron se me ocurrió del personaje de Ruper Grint de Harry Potter jaja
¿A que Mario es un amor? sí, nuestro pequeño Frankie se ha enamorado...
¿lo conquistará? pues... lo sabremos en el próximo capítulo XD
siento la tardanza.... he de decirles que el Dcode fue genial, fue un gran concierto y tanto sudor y calor mereció la pena, aunque la gente se colara logré segunda fila :) y estoy muy feliz
SALUDOS Y POR FAVOR ¡COMENTEN!

domingo, 19 de junio de 2011

Capítulo 3 - Welcome To My Life


(NARRA GERARD)

Esos días empezaron los odiosos exámenes. Yo estaba muy estresado, no tenía tiempo para nada, mientras que Frank andaba muy tranquilo todo el día sentado en el sofá como si nada, por muchos trabajos, exámenes y tareas que tuviera. Y encima sacaba puros sobresalientes ¿cómo hacía ese enano? ah verdad, se me olvidaba, era superdotado.

Ahora le llamaba enano porque me gustaba verle enfadado, se cruzaba de brazos y hacía un puchero, es adorable... ¿pero qué digo?
 Bueno, últimamente estaba de buen humor hasta con Mikey, todo se había arreglado e iba muy bien.

-Gee, ya son las tres de la mañana, no hace falta que estudies tanto. Duerme ya que si no ni vas a poder hacer el examen porque te vas a estar durmiendo.

-Ya voy... es que esto es una mierda, no me entero de nada, la geometría es un asco.

-Si quieres yo te ayudo, es fácil, mira...

Salió de su cama y se sentó en la mía, a mi lado. Cogió el libro que tenía entre mis manos y me empezó a explicar. Sí, ya sé que es increíble que un niño de catorce años me tenga que ayudar, pero necesitaba su ayuda aunque mi calificación media era de ocho.
Con él era todo mucho más fácil de entender, me enseñaba trucos para aprenderme las formulas esas que no me entraban en la cabeza. Pero me daba pena que se estuviera cayendo de sueño mañana por mi culpa.

-Frankie, ya no te preocupes, vete a dormir.

-No, da igual, de todos modos no tengo sueño. Déjame explicarte esto y ya.

-Gracias- sonreí agradecido.

Ya eran las cuatro y media de la mañana. Había acabado de estudiar y se fue a dormir a su cama.

-Chao Frankie, que sueñes con el protagonista ese de la película que te asusta.

-Ay no ¡qué horrible! eso sí que sería mi peor pesadilla. Y tú que sueñes conmigo y con la geometría- soltó una carcajada y no me dio tiempo de contestarle porque se durmió.
Yo seguía pensando en eso que me dijo de soñar con él, y me dormí con una sonrisa en la cara.

-Hey Gee, despierta, tengo que decirte algo.

-¿Qué quieres...?

Y antes de poder reaccionar se me abalanzó encima y se apoderó de mis labios, me besaba apasionadamente. Yo me dejaba llevar, estábamos sobre la cama. Él comenzó a acariciarme la espalda pero entonces...desperté.

-Gee te quedaste dormido, vamos a llegar tarde a clase. Venga, levántate Gee.

Todo había sido un sueño, había sido tan real… ¿y cómo había soñado eso? acaso Frank... no, no puede ser, habrá sido cosa de mi estúpida imaginación, como anoche me dijo que soñara con él...seguro que fue casualidad,  lo que yo siento por él es solo amistad ¿no?
Me fui a vestir con unas bermudas militares y una camiseta verde.

 Toda mi ropa me quedaba grande, había adelgazado sin darme cuenta, cosa que no me podía creer ni yo porque nunca lo había logrado. Tendría que ir de compras.

-Gee- oí desde el baño- ¿me prestas esa chaqueta azul de esqueletos que tienes?, me gusta mucho y no tengo ganas de elegir ropa.

-Claro- fui a agarrar mi chaqueta y se la pasé. Llevaba unos shorts muy cortos y apretados, sin camisa... Al verlo me puse colorado y me quedé embobado viendo su torso desnudo... era muy pálido y su piel se me antojaba suave como la seda.
Salí de mi trance, él cogió mi chaqueta y se la puso sin camisa debajo, se subió la cremallera y se colocó la capucha.

Dios mío, Frankie se había puesto mi chaqueta sin camisa... yo seguía tratando de esconder mi sonrojo sin resultados...

-Gee, ¿qué toca ahora?

-¿Eh? ah, toca... el examen de geometría... - hizo una mueca de asco con la boca.

-Mucha suerte Gee- se rió.

-Lo mismo.

Fuimos a clases e hicimos el examen. A ver... la primera pregunta era fácil... oh, cada vez las preguntas eran más complicadas, relájate Gerard, piensa lo que te enseñó Frank, -me decía a mi mismo-, ¿cuál era la formula del volumen del cono? uff, además, ¿a mi para que me iba a servir saber eso? No aunque fuera a estar calculando el volumen de los conos de la carretera o de todas las cosas que me encontrara por la calle... hay que ser idiota.

 Respiré hondo y trate de relajarme, observé a Frank que estaba concentrado en su examen con la cabeza pegada a este, parecía que se lo fuera a comer. Me relajé y me empezaron a venir las formulas a la cabeza.
Después de revisarlo y acabarlo lo entregué, Frank ya lo había hecho hace más de media hora...

-¿Qué tal te salió?

-Creo que bien, gracias otra vez por haberme ayudado.

-De nada, ya sabes que puedes contar conmigo- me sonrió.

Pasaron las horas, yo me aburría en clase, y entonces la pierna descubierta de Frank rozó la mía y se me erizaron los pelos... no sabía que me pasaba últimamente, solo sabía que me sentía mucho mejor que hace unas semanas.
  Disimuladamente puse mi brazo al lado del de Frank y al contacto me llegó un escalofrío, él no lo apartó, y así pasaron las horas, haciendo contacto con mis piernas o los brazos. Me sentía como un bobo pero me encantaba esa sensación.


Se acabaron las clases y todos menos yo salieron porque el profesor me había mandado a recoger la mesa ya que estaba desordenada con todas las cosas tiradas por el suelo. Estaba en ello pero llegaron cuatro de los amiguitos de Pablo. Yo los ignoré pero...

-Hola Gerardito, ¿que pasa idiota? ¿No te has cortado las venas todavía? que mal....

-Déjenme en paz gilipollas- si, tenía mucho valor.

-A nosotros no nos hables así emo de mierda. Comprende que estamos desilusionados porque últimamente no has intentado suicidarte y pensábamos que para ahora ya estarías muerto.

-Yo les hablo como me da la gana, a ustedes eso no les incumbe. Váyanse a la mierda- traté de abrir la puerta para salir pero uno me agarró el brazo y me jaló hacia atrás

-De aquí tú no te vas, ¿no querías morir? nosotros solo te ayudaremos.

Otro me dio un puñetazo en la cara y luego una patada en el estómago  y caí al suelo. Sentía mucho dolor y me empezaba a sangrar el labio, pero ellos me daban patadas mientras yo me retorcía de dolor en el suelo.

A las ocho patadas rieron al verme ahí indefenso y sangrando. Salieron por la puerta.
Yo seguía ahí tirado, trate de levantarme, me dolía todo. Subí hasta mi habitación como pude y entré. Allí estaba Frank leyendo un libro, me oyó entrar. Cuando me vio me miró asustado y fue hacía mi, me paso un brazo por el hombro para ayudarme a sentar en el sillón.

-¿Qué te paso Gee?- me preguntó preocupado.

-Los amigos de Pablo me golpearon, tranquilo que no es la primera vez.

-Pero Gee, tienes que ir a la enfermería y decirle al director.

-¿Para qué? no me creerán, pensarán que me he intentado suicidar otra vez y llamarán a mis padres, solo se empeoraría todo- dije sin pensar, no me acordaba que Frank no sabía eso de mi.

-Ya tranquilo, no te preocupes, esta bien, déjame ayudarte.

Extrañamente no me pregunto nada y se fue. Llegó con un pañuelo mojado y me limpió las heridas.

-Auch- me quejé.

-Creo que necesitarás unos puntos...- al ver mi cara de espanto sonrió- es broma, solo tienes unos cuantos rasguños. Como te vuelvan a hacer algo juro que se las verán conmigo, aunque no podré hacer mucho.

-Gracias otra vez, nunca había conocido a nadie que se preocupara por mí.

-De nada, ya dije que puedes contar con migo para lo que quieras, aunque solo sea un mocoso de catorce años.

-No, no solo eres eso, eres mucho mas maduro que todas las personas que he conocido, y me has ayudado mucho-Frankie sonrió.

-Espera un momento- se fue del salón y trajo unas tiritas, una crema y una manta. Se puso crema en la mano y empezó a ponérmela en la cara suavemente con cuidado. Yo sin querer cerré los ojos y me derretía, aunque me doliera su contacto era... algo inexplicable, me puso en los las mejillas, en los labios..., luego me colocó una tirita en la herida de mi ceja y otra en la del labio. Después me empezó a poner crema en los brazos, y mi estúpido corazón se volvió a acelerar, como hacía frío se quitó su chaqueta -que era mía- quedando su torso desnudo y me la puso. Me trataba como si fuera un pequeño niño indefenso, pero le agradecía que me cuidara.
 Me pidió que me recostara y me tapo con la manta que había traído.

-Descansa Gee, cuando te levantes te sentirás mejor, no te preocupes que yo te traigo la comida- agachó su cabeza y me dio un beso en la mejilla. Me sonrojé mucho y otra vez una sensación extraña se apoderó de mí. Se fue a poner una camiseta y apago la luz

-Como no duermas no te traigo comida, que descanses- y salió de la habitación.
Me daba risa que se comportara como si fuera mi madre.

Yo como un niño obediente cerré mis ojos, y al recordar que esa chaqueta la había llevado él la olí, olía a su aroma dulce, un aroma que no se parecía a ningún perfume, un aroma único que solo él podía tener.
Me empezaba a preguntar, ¿qué siento por Frankie?
Me dormí con el brazo pegado a mi cara, oliendo la manga de la chaqueta que me recordaba a Frank.


Cuando desperté no había llegado. Me levanté y me senté en el escritorio para hacer la tarea pero no me apetecía y tenía ganas de escribir, así que agarré una libreta y comencé a crear oraciones color negro e el blanco papel sobre como me sentía, eso me desahogaba.
Después le inventé un ritmo y se convirtió en una canción.

Me senté en el sillón y oí la puerta abrirse. Frankie llevaba una bandeja en sus manos.

-Hola, siento haberme tardado, es que me encontré con Mario, un amigo del curso pasado.

-No importa, ya me siento mejor.

-Menos mal, aquí tienes tu comida. Te traje carne con papas, era lo que tenía mejor pinta.

-Gracias- tomé la bandeja y me senté al lado de la pequeña mesa para comer, estaba muy bueno todo, aunque supongo que me parecía todo tan rico por el hambre que tenía. Eran como las cuatro ya.

Mientras comía Frankie encontró el cuaderno con la canción que había escrito y se puso a leerla.

-Tiene una letra hermosa, ¿la escribiste tú?

-Ajá, la acabo de escribir, es como me he sentido toda mi vida, pero ahora si tengo a alguien que me comprenda- nunca me había abierto tanto a nadie, pero con Frankie era todo tan diferente... sentía que debería contarle cosas sobre mi vida, porque sabía que podía confiar en él.

- Mira Frank... yo he tenido una vida no muy fácil, yo...-le iba a contar pero él me interrumpió.

-Gee, me alegra que confíes en mí. No hace falta que me cuentes, la verdad es que una vez hablé con Mikey y él me contó todo. no quiero que te enfades con él, Mikey se preocupa por ti y te quiere mucho. Sé que has tenido una vida muy dura y quiero que seas feliz. No quiero que pienses que te trato así por lástima ni nada de eso, tú me importas de verdad, eres una gran persona- me quedé sorprendido y no le contesté. Él solo se sentó a mi lado en el sillón y me abrazó, a mi se me aguaron los ojos pero me contuve.

-Frankie, sé que ya te lo he dicho muchas veces pero muchas gracias, por todo, eres el amigo que jamás he tenido- y era verdad, solo que yo sentía algo diferente a solo amistad, cosa que no sabía en esos momentos. Él se separó y me sonrío.

Me enfadé un poco porque Mikey estuviera por ahí contándole mi vida a los demás, pero con las palabras tan bonitas que me había dicho Frankie se me había olvidado todo. Quería contarle algo que seguro Mikey no le había dicho, porque ni él sabia, algo que desde pequeño me pasa y todavía me ocurre, algo por lo que soy diferente a todos los demás, pero no me atrevía a contárselo. Quizás algún día lo haría.

-Bueno Gee, mejor por qué no tocamos tu canción, tengo ganas de escuchar como suena.

Le pasé la letra y empecé a cantarla a capela para que  más o menos supiera como era el ritmo y que pudiera crear una melodía con su guitarra. Él empezó a improvisar, sonaba muy bien.

Do you ever feel like breaking down?
(¿A veces sientes que no das más?)
Do you ever feel out of place?
(¿A veces te sientes fuera de lugar?)
Like somehow you just don't belong
(Como si de alguna forma no pertenecieras)
And no one understands you
(Y nadie te entiende)
Do you ever wanna runaway?
(¿A veces quieres salir corriendo?)
Do you lock yourself in your room?
(¿Te encierras en tu habitación?)
With the radio on turned up so loud
(Con la radio encendida, tan fuerte)
That no one hears you screaming
(Que nadie te escucha gritar)

No you don't know what it's like
(No, no sabes lo que es)
When nothing feels all right
(Cuando nada se siente bien)
You don't know what it's like
(No sabes lo que es)
To be like me
(Ser como yo)

To be hurt
(Estar herido)
To feel lost
(Sentirse perdido)
To be left out in the dark
(Estar abandonado en la oscuridad)
To be kicked when you're down
(ser pateado cuando estás abajo)
To feel like you've been pushed around
(Sentir que fuiste mal tratado)
To be on the edge of breaking down
(Estar a punto de deprimirte)
And no one's there to save you
(Y nadie está ahí para salvarte)
No you don't know what it's like
(No, no sabes lo que es)
Welcome to my life
(¡Bienvenido a mi vida!)

Do you wanna be somebody else?
(¿Quieres ser alguien más?)
Are you sick of feeling so left out?
(¿Estás harto de sentirte tan excluido?)
Are you desperate to find something more?
(¿Estás desesperado por encontrar algo más)
Before your life is over
(¿antes de que tu vida se termine?)
Are you stuck inside a world you hate?
(¿Estás atrapado en un mundo que odias?)
Are you sick of everyone around?
(¿Estás harto de todos los que te rodean?)
With their big fake smiles and stupid lies
(Con sus grandes sonrisas falsas y sus mentiras estúpidas)
While deep inside you're bleeding
(Mientras profundamente estás sangrando)

No you don't know what it's like
(No, no sabes lo que es)
When nothing feels all right
(Cuando nada se siente bien)
You don't know what it's like
(No sabes lo que es)
To be like me
(Ser como yo)


No one ever lied straight to your face
(Nunca nadie te mintió en la cara)
No one ever stabbed you in the back
(Nunca nadie te apuñaló por la espalda)
You might think I'm happy but I'm not gonna be okay
(Tú puedes creer que soy feliz pero no voy a estar bien)
Everybody always gave you what you wanted
(Todos siempre te dieron lo que querías)
Never had to work it was always there
(Nunca tuviste que trabajar, siempre estaba ahí)
You don't know what it's like, what it's like
(No sabes lo que es, lo que es)


Welcome to my life
(¡Bienvenido a mi vida!)
Welcome to my life
(¡Bienvenido a mi vida!)
Welcome to my life
(¡Bienvenido a mi vida!)

Él acabó de tocar y yo de cantar. Se me salían las lágrimas y él me volvió a abrazar, sabía que era lo que necesitaba.
De no ser por Frankie, ya estaría emborrachándome o dragándome un bote de pastillas de golpe, o tal vez como habían dicho los amigos de Pablo, cortándome las venas. Definitivamente Frank era mi salvador.

Se separó de mí y con un dedo Frankie me limpió la última lágrima que bajaba por mi rostro. Le quería agradecer de verdad todo lo que había hecho por mí.

-Tranquilo Gee, todo estará bien. Tenemos que volver a clases, si quieres no vayas, no te preocupes

-No, quiero ir.

-Está bien.

Bajamos a clases, me sentía seguro al lado de Frankie pero en el fondo del aula se encontraba Pablo con una sonrisa en la boca al verme con una cicatriz en la ceja y otra en el labio. El muy hijo de puta.... pero miré a Frankie sentado a mi lado y me relajé. Él miró hacia él y comprendió el por qué de mi cara de odio, y para tranquilizarme me toco el brazo y me miró como queriendo decir que todo está bien. Se lo agradecí con otra mirada.

-Hola chicos, les informó que el próximo fin de semana habrá una excursión al bosque y nos quedaremos a acampar por una semana. Es obligatorio ir ya que contará para la nota de biología y será una forma de enseñarles normas de supervivencia, orientación y observaremos más de cien especies de animales y plantas. Además será muy divertido. Necesito la autorización de vuestros padres para que puedan ir, la actividad costará solamente veinte euros por persona incluyendo la comida de todos esos días. Animaos, contaremos historias de fantasmas- yo ya no necesitaba más historias sobre ellos- y haremos una hoguera de noche. Les dejo la circular, espero veros allí a todos el próximo fin de semana- nos anunció la profesora.

No tenía ganas de ir, pero miré a Frank y parecía entusiasmado. Además los fines de semana siempre me quedaba en el instituto porque no quería estar en casa, si lo hacía estaría con mis padres preocupados por mi y comparándome con Mikey, eso me apetecía menos así que iría a la acampada.
Salimos de clase.

-¡Qué genial! ¡Será alucinante!

-Si tu lo dices Frankie...

-Hola Frank- dijo una voz no conocida a mis espaldas cuando andábamos por los pasillos. Parecía ser de una chica pija pero para mi sorpresa volteé y...

-¡Hola Mario!- contesto Frank, al girar me di cuenta de que la voz era de un chico. Seguramente no mayor que Frank pero más alto y delgado. Llevaba unos pantalones muy ajustados de color rosados y una camisa de rayas del mismo tono. Su cabello era rubio y largo hasta el cuello y sus ojos grises. Parecía bastante... afeminado. Tenía una mano en la cintura, y al parecer los labios pintados de rosa y una sombra de ojos a juego. Al decir verdad, si Frankie no lo hubiera llamado Mario, si no tuviera un bulto allí abajo y si tuviera tetas, podría haberlo confundido con una chica.

-Gee, este es Mario, el amigo del curso pasado. Mario, este es Gerard.

-Hola, guapo- me dijo afeminadamente haciendo gestos afeminados y se me quedó mirando. Frank le miró con cara de ¿este qué está diciendo?

-Hola- logré decir cortadamente.

-Me llamo Mario, pero me puedes llamar Barbie, bombón.

-Ya, Mario, que me estas asustando hasta a mi- dijo Frank.

-Era broma, ya sabes que yo soy así. Encantado de conocerte Gerard-dijo más afeminadamente y me abrazó- Ciao Frank, tengo que irme a estudiar, nos vemos luego- lo abrazó. Cuando se iba alejando nos mandó un beso volado y nos picó el ojo.

-Jaja Gerard, si te vieras la cara. Al final te acabas acostumbrando, Mario es muy gracioso.

-En serio asusta- me reí.

-Al parecer le gustas- al ver mi cara de sorprendido me dijo- Tranquilo, que a él le gusta cualquier cosa que tenga dos piernas, un agujero y una...

-Vale, vale, ya lo pillo Frankie.

-Pero es muy buen amigo, o ¿acaso eres homofóbico?

-No... claro que no, es solo que me sentí acosado.

-Pero Gee... si eres un bombón, llámame Barbie cariño mío- dijo Frank imitando a Mario. Yo traté de aguantar pero no pude y exploté de risa.

- La verdad es que yo soy gay, aunque no haya tenido nunca novio. Nadie me ha llamado la atención- eso lo dijo serio, tanto que me quedé sorprendido pero traté de no parecerlo.

-Ah, no lo sabía.

- Bueno pero, ¿acaso eso importa?- yo solo traté de sonreír. Por el camino nos encontramos con Mikey, que venía hacia nosotros.

-Hola Gee, hola Frank, les estaba buscando, mi cumpleaños es dentro de poco y al final va a ser en el parque acuático. Espero que vayas Frank.

-¡Claro, qué divertido!

-Ah, ok Mikey- dije no muy alegre a diferencia de hace unos minutos, porque recordé que Mikey le andaba contando mi vida a cualquiera que se le cruzara.

Al parecer, ahora tenía que ir al parque acuático, y Frankie iría... y lo que pasa es que yo siempre he tenido un complejo con mi cuerpo, tendría que ir en bañador... y aunque esté más delgado estoy muy fofo... pasaría mucha vergüenza... pero también me la pasaría muy bien y además, ¡vería a Frank en bañador!

Ya era muy tarde así que subimos a la habitación, hicimos nuestras tareas correspondientes, yo con ayuda de Frank. Bajamos a cenas unos bocadillos y nos fuimos a dormir. Esta vez no me puse pijama, sino unos shorts y la chaqueta que le había prestado a Frankie horas atrás sin camisa debajo, porque me imaginaba que había tocado la piel de Frank. La verdad que no pensaba lavar esa chaqueta jamás.

-Buenas noches Gee.

-Buenas noches Frankie.

Y me dormí enseguida oliendo la chaqueta que aún impregnaba su olor...
Lo que me había dicho Frankie me había dejado muy confundido... y me hizo pensar... ¿Acaso yo también era gay? no lo sabía, nunca nadie, ni un chico, ni una chica ni ningún ser me había interesado. No hasta ahora...


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La canción que aparece en este cap se llama Welcome to my life de Simple Plan, me pareció perfecta porque es exactamente como se siente Gerard. aquí el link de la canción subtitulada:
Simple Plan Welcome to my life español subtitulada


Siento haberme tardado tanto pero por fin acabé los globales y ya estoy libre, así que subiré caps más seguido, bueno,¿os gustó Mario? el personaje se me ocurrió cuando estaba viendo Alaska y Mario en MTV, porque la personalidad es así como la de Mario Vaquerizo XD solo les diré que en los próximos capítulos Mario los ayudará a darse cuenta de lo que sienten el uno por el otro. Y el secreto de Gerard será revelado próximamente jaja os dejo con la intriga. Pensad, hace a Gerard diferente a los demás, ya no os puedo decir más.
¿y qué tal la sorpresa que se llevo Gerard cuando Frank le dijo que era gay?
Estoy muy feliz porque al final voy a ir al Dcode y veré a MCR :)
Salu2 y gracias a tod@s! por favor COMENTEN!

sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 2- I´m Not Okay (I promise)


Pasó una semana. Gee seguía igual, no se acercaba a su hermano, no bajaba a comer y solo se dirigía a mí con monosílabos.
En ese tiempo me hice muy amigo de Ray y Bob, eran muy simpáticos, pero me preocupaba Gee, por eso una tarde me decidí a hablar con Mikey y  bajé al jardín. Allí estaba, le dije que quería hablar con él. Nos pusimos bajo la sombra de un árbol.

-¿Que querías decirme?

-Me preocupa tu hermano y me gustaría que me contarás más sobre él.

-No te preocupes, él siempre es así, a veces sin motivo se deprime y se enfada por nada. Puede estar normal, bueno, lo más normal que puede ser él, y al segundo encerrarse y no hablarle a nadie. Siempre hace lo mismo, cambia mucho de humor, incluso más que yo y eso que soy bipolar. Creo que necesita un psicólogo.
¿Qué más quieres saber? me alegra que te preocupes por mi hermano, porque a nadie le importa, solo a mis padres, que aunque estén divorciados se llevan muy bien, a nuestra abuela Elena que era muy importante para Gee, y a mí.

-¿Puedo preguntarte por qué tus padres se separaron y por qué su abuela es tan importante? Siento ser tan cotilla.

-Supongo que sí, pero no le digas a Gee que te dije nada porque entonces sí que no me habla más. Bueno, entre mis padres todo siempre ha ido bien, pero no hay nada más que amistad y siempre fue así. Ellos por nosotros no se habían separado pero  hace poco hablaron y quedaron en que, aunque ya no estén juntos, nos visitarían a menudo y estarían con nosotros el mismo tiempo. Por eso no fue una gran sorpresa cuando hablaron con nosotros, así que todo eso lo llevamos muy bien.
Nuestra abuela Elena era una persona muy importante para Gee. Verás, desde que Gee era muy pequeño hubo momentos en los que casi muere. Uno fue en un accidente de coche. Estábamos mi madre, Gee  y yo, el coche dio un vuelco y todos salimos ilesos menos Gee, que rompió el cristal y salió despedido. Resulto gravemente herido, estaba todo lleno de sangre pero con el tiempo se recuperó, solo le quedó una cicatriz, tenía seis años. Otro fue cuando tenía ocho, estábamos en la playa

*FlashBack*

Estaba en la playa con mi hermano Mikey y mis padres. Ellos se encontraban jugando con la arena. Yo estaba harto de que me ignoraran y me metí en la playa. No sé si sé nadar pero seguro que es fácil. Se me ocurrió ver que había bajo el mar, a lo mejor hay seres que nunca había visto, puede que hasta encontrara una sirena. Sería una buena idea para luego pintar lo que vi y enseñárselo a Elena, seguro que a ella le encantaría.
Caminé hacia la orilla, el agua estaba muy fría pero seguí. El transparente líquido me llegaba hasta los hombros, y empecé a mover las manos tratando de nadar. El agua me comenzó a arrastrar hasta el fondo. Me veía rodeado de mar, no conseguía ver arena ni lograba pisar el suelo. Me da igual, sumergí la cabeza y abrí los ojos. Habían un montón de plantas de colores muy bonitas y muchos pececitos nadando alrededor. Vi una manta raya y un pez linterna, era asombroso- De repente sentí que no podía sacar la cabeza a la superficie y un montón de agua me aplastó. Tragaba mucha sal y después me golpee la cabeza con una roca.
Cuando desperté me encontraba en una cama de hospital, como ya había estado muchísimas veces. Mi familia estaba a mi alrededor muy preocupada. Me toqué la cabeza y tenía una venda, había pasado un mes en coma.

*Fin del FlashBack*


- Pensamos que no iba a salir de esta pero lo logró. Luego mi abuela le explicó que todo el mundo tenía que morir algún día, él no sabía lo que era la muerte. Y a partir de entonces decía ver muertos por todas partes, en las calles y hasta en el colegio. Estuvo un tiempo sin ir allí porque tenía miedo de que los muertos se lo llevaran. Hasta contrataron a un psicólogo pero no servía de nada, se pasó meses encerrado en su casa. Siempre igual, excepto cuando estaba con Elena. Ella le enseñaba a dibujar, y aunque solo dibujaba muertos, se le da muy bien. También a cantar, a escribir y le dijo que se sentiría mejor leyendo, que descubriría nuevos mundos al igual que con la música. Así que cuando estaba mal, la solución para él era hacer algo de eso, se pasaba horas y horas leyendo y dibujando.

Con el tiempo dejó de decir que veía muertos, aunque no ayudó mucho vivir en New Jersey. Como sabes es un lugar muy peligroso. Una vez fue al parque a pasear y bajo el puente se encontró un muerto despedazado. Nosotros no le creímos, porque siempre decía verlos pero era verdad, y mis padres llamaron a la policía. Desde eso nuestros padres apenas nos dejan salir de casa, y además, cada vez hay más asesinatos por esa zona.

Gee siempre ha estado obsesionado con la muerte, pero con Elena estaba bien y hasta reía. Ella le convenció para apuntarse a teatro en el colegio y él interpretaba varias obras. Siempre lo elegían como protagonista, y eso le ayudo. Iba mejorando mucho, hasta el año pasado... murió nuestra abuela Elena y Gee volvió a recaer. Falleció por muerte natural mientras dormía, pero Gee fue quien la encontró sin pulso en su cama porque ese día se había quedado a dormir con ella, como siempre hacía. Gee se desmayó y tardo semanas en afrontar que su abuela había muerto. El decía que no, que era mentira, que ella solo estaba durmiendo y pronto despertaría y le enseñaría su nuevo dibujo.
Obviamente también fue duro para mí pero yo no estaba tan apegado a ella como él. Después de eso Gee recayó en la depresión y en el alcohol. Fue difícil para verlo así. Le recetaron pastillas antidepresivas y abusaba de ellas...- A Mikey se le hizo un nudo en la garganta y dio un largo suspiro- y tuvo varios intentos de suicidio. Casi se tira de una azotea, casi se corta las venas y una vez se interpuso en la carretera para que lo atropellaran. Decía que quería acabar con ese sufrimiento y que no merecía la pena vivir, pero todos sus intentos fueron en vano. En los peores casos lo ingresaban en el hospital por unos días, era peor porque él intentaba quitarse la máscara de oxígeno para asfixiarse y lo mismo con la aguja del suero. Lo pasó realmente mal, a mis padres casi les da algo.
Poco a poco trató de recuperarse y fue creando su propio mundo a través de la música y la pintura. Ya no menciona a su abuela, le duele demasiado, vive en su mundo imaginario y huye de la realidad. Ha mejorado mucho, me sorprende que hasta te hable. Por esa razón internaron a Gee aquí, para que se socializara sin resultados hasta ahora.
Ya sabes, ni una palabra de todo esto ¿ok?

Yo estaba sorprendido, no sabia que Gee lo había pasado tan horrible, me sentía mal por él.

-Claro, gracias Mikey. Yo ayudaré a tu hermano, ya verás que cambiará.

-Eso sería un milagro- suspiró.

Me despedí de Mikey y fui a  la habitación, Gee estaba ahí acostado en su cama con los ojos cerrados. Tenía cara de haber sufrido, pero a la vez daba sensación de paz.
Me acerqué, no quería despertarle y me quede observándolo.
 Mecánicamente le aparté unos mechones de cabello que tenía sobre su rostro, cosa que me impedía contemplarlo bien.
Me fijé en su nariz perfilada y respingona, se parecía a la de un cerdito. Me imagine a Gee como uno y sonreí ante aquel pensamiento. Me fijé en su piel más pálida que la nieve, parecía que si la tocara te congelarías, en sus mejillas infladas  con algo más de color, en sus labios rosados y finos también pero a la vez carnosos, y en sus delicadas manos bajo su cabeza, en sus pesados párpados y bajo ellos unas grandes ojeras. Solo me faltaba ver sus hermosos ojos verdes y sería la mejor vista del mundo. Desde que lo conocía me sentía raro. Quizás solo sea amistad pero tenía la necesidad de acercarme a él y abrazarlo, aunque no me atrevía, así que me entretuve acariciándolo delicadamente para que no despertara. Bajé mi mano y acaricié sus mejillas y un escalofrío me invadió, aún así seguí, su piel era fría como había predicho, pero cuando la tocaba me entraba calor. Acaricié su nariz y llegué hasta sus labios, los toqué suavemente siguiendo su contorno. Me estaba quemando por dentro. Después de un rato pareció moverse y rápidamente agarre una revista y me tumbe en mi cama para disimular. Él se despertó.

-Hola Gee- le sonreí, era algo que hacia automáticamente al verle.

-Hola Frankie-bostezó- ¿No eres muy pequeño para estar viendo esas revistas?, además que es mía ¿está interesante?- empezó a reír. Resulta que había cogido una revista playboy sin darme cuenta, y aparecían fotos bastante “fuertes”.

-Hemm... si, es que… esta chica esta buenísima ¿no lo crees?- me inventé señalando a una foto en la que aparecía una mujer sin ropa.

-Si, es verdad, aunque es muy plástica, de seguro esta muy operada.- al parecer ya se sentía bien y se le había quitado la depresión.

-Tengo ganas de hacer algo, me aburro aquí metido...- traté de cambiar el tema y dejé la revista en la mesita.

-¿Qué podemos hacer?- preguntó curioso.

-No se... ¡ya se!¿y si vemos una película?

-¿Qué tal una película como la de la revista que estabas viendo?-rió- lo siento, no me traje ninguna película. Además, no podemos verla a no ser que sea por telepatía, no hay ni televisión.

-Pero yo si tengo películas y tengo un iPad pare verlas. Y no, no ese tipo de películas.

-Está bien.

-¡Bien! Será una sesión de películas. Vamos a ver.... Star Wars, Entrevista con el vampiro, Titanic, La naranja mecánica, Un puente hacía Terabithia, Eduardo manostijeras...  ¡las veremos todas!

-Ok, primero La naranja mecánica.

-Vale- fui a coger el aparato ese para ver películas y metí el DVD, esta empezó y nos sentamos en el sillón. Él estaba concentrado pero a veces me miraba porque yo también le miraba, nuestras miradas se cruzaron varias veces y torcíamos la cara, era una situación bastante graciosa.
Cuando la película acabó le convencí para ver el Titanic, él decía que la película era muy cursi.
 Esta vez el concentrado era yo, pero cuando el chico se congeló, se me saltaron las lágrimas y empecé a llorar como un bebé. Siempre me pasaba con esta película, aunque ya había pasado tiempo desde que la había visto por última vez y pensaba que ya no lloraría. Gee me miro y se acercó.

-¿Qué te pasa?- me dijo preocupado.

-Él... él... se murió… se murió, se fue al fondo del mar...-dije entre sollozos.

-Que sensible eres... tranquilo, es solo una película.

-Sí, pero ocurrió de verdad hace tiempo...

Me pegué a él en el sillón y lo abracé. De verdad que no lo hice por la película pero lo necesitaba cerca por alguna extraña razón.
 Gee me miró extrañado, pero correspondió el abrazo, ¡se sentía tan malditamente bien! Mi pulso se aceleró, mi piel se quemaba al contacto y mis mejillas se ruborizaban al igual que las de él. Hicimos como que no pasaba nada. Así hasta que termino la película. Yo seguía abrazándolo y llorando porque en el final salía la mujer que había sobrevivido, que ya era anciana, contando su historia.
Él se separó de mí para cambiar de película y el frío volvió a invadir mi cuerpo.
                                                   
(NARRA GERARD)

Frankie parece un bebe, se puso a llorar por la película y me abrazó. Se sentía el cielo, sé que exagero pero ni siquiera he abrazado a nadie que no sea de mi familia, y cuando abracé a Frankie me invadió una corriente eléctrica, y mi corazón se aceleró. No sabía qué me pasaba, pero tenía ganas de quedarme así por siempre, aunque por desgracia, la película se había acabado y tenía que poner otra. Sé que pensáis que lo que haré es malvado, pero quería que se aferrara a mí otra vez, por eso puse Un puente hacia Terabithia. Esa película es muy triste así que supuse que lloraría otra vez y le abrazaría. Sé que es egoísta pero le necesito cerca. Puse la película y esta empezó, y como sabía, después de un rato la protagonista murió y su amigo se quedoó solo.

Observé a Frankie y salían lágrimas de sus ojos. Me dio remordimiento, pero hasta llorando era hermoso. Le miré y me volvió a abrazar, puso su cabeza en mi hombro. Su respiración chocaba contra mi cuello y se me erizaron los pelos, se me volvió a acelerar el corazón. Me sentía un pedófilo, pero se sentía tan jodidamente bien...

-¿Por qué... por qué en todas las películas se tiene que morir alguien?

-No lo sé Frankie, la próxima vez vemos películas de terror.

La película acabó y seguía aferrado a mí. No me quería mover así que espere a que se separara él, pero no lo hacía. Surgió un incómodo silencio, no quería que se apartara.

-Hey Frankie cuéntame sobre ti.- rompí el hielo.

-¿Qué quieres que te cuente? Mi color favorito es el malva, cumplo el 31 de ocubre, en Halloween, soy vegetariano, amo los perros, tengo siete y también amo la música y leer... ¿Y tú?

-Nada interesante, ¿bajamos a cenar?-no me gustaba hablar de mi vida.

-Vale.

Bajamos y cómo no, estaba mi "querido" hermano Mikey con Ray y Bob. Me sentía mejor pero no me apetecía ver a mi hermano. Frankie hacía que se me olvidaran todos los problemas.

-Hola Gee, siento lo de la semana pasada.-se disculpó.

-Está bien.

Cenamos unos sándwiches. No tenía mucha hambre, últimamente no la tenía y estaba bajando de peso.
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Volvimos a la habitación, nos pusimos el pijama y nos fuimos a dormir como de costumbre.

-Buenas noches, Gee.

-Buenas noches, enano.

Definitivamente algo estaba cambiando, algo en mi interior había surgido. Era algo que me hacía sentir feliz, algo que no ocurría desde que estaba con Elena.


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Siento la tardanza del cap, he tenido muchos exámenes y tengo más globales la semana que viene...
pero trataré de subir el siguiente este finde, lo siento si no les gusta. Este cap lo escribí la semana pasada en un hotel mientras me aburría. Últimamente he estado un poco depre, porque como sabéis MCR va a estar en Madrid en el festival Dcode, y es casi seguro que no pueda ir porque vivo en Tenerife... pero como dice Frankie: 
KEEP THE FAITH
 Saludos y gracias a todos/as.