lunes, 15 de agosto de 2011

Capítulo 7 - Perdidos


¿Alguna ves has sentido que todo en lo que creías es completamente distinto a como lo pensabas? ¿Creías que algo era imposible pero resulta no serlo? ¿Te sientes completamente perdido, y ya no sabes lo que es real y lo que no lo es? ¿Te has sentido como si estuvieras en uno de esos programas de cámara oculta, y tratas de encontrar las cámaras pero todo resulta ser real?, ¿o te has sentido dentro de una película de terror o uno de esos videojuegos, en los que todo puede ser posible, hasta la cosa más increíble y cruel?, ¿o tan perdido que no sabes si estas en una pesadilla, o si es la realidad y te pellizcas para comprobar que todo eso sucede de verdad?, así me siento yo, tan perdido como un ciego sin su perro guía y sin bastón, tan perdido que no se si me estaré volviendo loco.

¿Por dónde comenzar? mi vida era lo que se puede decir normal, una familia normal, una hermana normal, padres divorciados pero normales, una casa modesta normal, no soy rico pero tampoco me falta nada necesario, amigos que no se si podré llamar normales, porque no lo son pero tampoco son extraterrestres, en fin, tenía una normal y aburrida vida.

Siempre con la mima rutina, me levantaba, desayunaba, iba al instituto, llegaba, comía, tocaba la guitarra, componía alguna canción, leía, estudiaba, cenaba y me iba a dormir, pero todo eso cambió. 
Supongo que desde el primer día de clase, porque este año estoy internado en el instituto a diferencia de los otros, pero eso no es nada comparado con lo demás, concretamente desde que Gerard resultó ser mi compañero de habitación, como dije ya lo había visto desde que empecé la escuela hace alrededor de once años, desde entonces me intrigó y luego resultó convertirse en mi mayor obsesión, porque yo lo amo. Sé que es muy pronto para decir esto, apenas casi tengo quince años, además que es hombre pero realmente eso último no me importa absolutamente nada. 
Pero lo comprobé, sé que lo amo, lo siento en mi interior, y a partir de entonces comenzaron todas esas sensaciones extrañas que nunca había experimentado, es como si tuviera un extraño magnetismo hacia él. Se convirtió en mi mejor amigo. 

Lo que hace que todo esto sea una locura, es que hace poco me confesó tener una especie de sexto sentido y tener una serie de habilidades, entre ellas ver espíritus, ¿y sabes que? le creo, no me preguntes por qué pero hay algo dentro de mí que dice que todo es cierto y también confío en Gerard. 
Entonces el problema ahora no es solo conquistarlo, eso es lo de menos, lo que ocurre es que uno de esos seres que ve, esta intentando matarlo y yo no puedo hacer nada para evitarlo, ni siquiera ver al atacante.

Por ello siento un miedo que jamás pensé que podría tener, porque en cualquier momento la persona que hizo mi vida una película de terror podría desaparecer. De verdad me alegra que mi vida sea mucho más interesante de lo que solía ser, pero si esta en juego su vida poco me importa.

No me podía haber enamorado de alguien tan aburridamente normal como yo, sino de la persona más extraña y a la vez cercana de la que jamás he conocido y seguro de las que conoceré.

Y aquí estoy yo, había amanecido amarrado a su cintura, se me había dormido un brazo y no lo sentía pero eso me daba igual, ahora eran las cinco de la tarde, ya habíamos desayunado, almorzado y hecho algunas actividades que el monitor nos mandó.
Gee casi ni me había hablado, tenía una cara distinta a la de antes, una de miedo y temor que había visto en algunas ocasiones cuando miraba a la nada y ahora comprendía que quizá no es que no estuviera viendo nada... esa mirada la había visto cuando él ni siguiera llegaba a los diez años.

Ahora nos habían dejado tiempo libre y le propuse dar un paseo y el aceptó, total, no teníamos nada que hacer.

Caminábamos sin rumbo fijo y había un gran silencio, de esos que solo aparecen en las películas de suspenso, solo se oían las ramitas crujir bajo nuestros pies.
El cielo estaba de un color azul intenso y el sol se encontraba escondido tras un árbol, entonces una brisa de viento despeino mi cabello haciéndome estremecer y provocándome un escalofrió, esta vez, provocado por el viento, empezaba a hacer frío. 
No dejaba de ver su rostro y preguntarme en que estaría pensando, pero desgraciadamente no podía leer la mente.

Sin darnos cuenta caminábamos por aquel extraño bosque en el que todo estaba oscuro a pesar de ser de día y aquellos árboles que parecían de ceniza parecían observarte.

El cielo comenzaba a oscurecerse a medida que avanzábamos, pero no parábamos para no tener que hablar, era algo que llegaría tarde o temprano pero preferíamos posponerlo.

Y mientras caminábamos, observé algo que me hizo pensar que de verdad estaba volviéndome loco, porque ante mis ojos apareció una pequeña casita de madera en un árbol, me sentía como el protagonista de la película de Un puente hacia Terabithia...

Para comprobar que mis ojos no me engañaban, le pregunté a Gee.

-¿Es... es real?- él asintió.

Era raro una casa de árbol en medio de un bosque alejado del mundo, pero más lo era que la otra vez que había pasado por aquí en esa desesperante búsqueda de Gerard, no la había visto, era como si de un día a otro apareciera de la nada, aunque quizá son suposiciones mías y estoy delirando.

Me acerqué al árbol y empecé a subir por unas escaleras de madera vieja que parecían podridas y corroídas, al igual que la casita,
y acerté con mi suposición porque al hacer contacto con mi pié la madera rechinó y tembló.

-Hey, ten cuidado, quien sabe de que año es esto, podrías caerte- me advirtió Gee pero hice caso omiso y continué subiendo, caerme no era nada comparado con ser asesinado por un espíritu y sinceramente, me sentía en un estado extraño en el que pensaba estar en un sueño y todo me daba igual.

Logré subir sin hacerme un rasguño y me senté en la vieja madera, Gerard parecía mirar la casa con miedo, pero se acercó y subió. Se sentó a mi lado y me miró, realmente no era el mismo chico loco e infantil de hace unos días ni tampoco aquel de hace años al que todo le daba igual y la soledad era su única amiga, lo veía en sus ojos.

Nos quedamos mirando por unos largos minutos pero luego corté aquel silencio.

-¿Y ahora qué?

-No lo sé...

-¿Lo... lo has vuelto a ver?

-Sí... dice que... va a acabar conmigo...- sus palabras salían entrecortadas y mi corazón dio un vuelco.

Y entonces rompió a llorar como nunca lo había visto hacer, se tapaba la cara con sus manos mientras yo oía sus llantos, pero le aparté las manos de su hermoso rostro y lo acuné en mi pecho.

-Tranquilo, verás como encontraremos una solución para esto, ¿para todo hay una solución no?- ni siquiera yo me creía mis palabras pero eso era algo que mi madre me decía cuando tenía algún estúpido problema, que para todo había una solución, así que trate de creérmelo.

Acariciaba su cabello mientras el lloraba en mi pecho y esperaba que no se diera cuenta de que mi corazón latía tan fuerte.

Pasaron horas y horas, no sabía si nos estarían buscando o no pero eso me resbalaba.

Estábamos sentados allí, en esa casita que parecía de fantasía, se veía la luna y las estrellas, hubiera sido un momento hermoso si no fuera porque mi mejor amigo, el amor de mi vida, estaba llorando porque un espíritu quería matarlo. Al recordar eso unas lágrimas resbalaron por mi rostro y yo también comencé a llorar.

Hacía demasiado frío pero estábamos medio abrazados y eso hacía que mi piel ardiera, allí, llorando juntos.

Paso un tiempo y nos calmamos un poco, seguían saliendo gotas cristalinas de nuestros ojos pero ya no eran llantos que parecían gritos.

-Ya hablaron con mi madre... y le contaron mi desaparición... me regañó y amenazó con mandarme a un orfanato... me dijo que dejara los jueguitos... y pensó que me intenté suicidar... otra vez... oí sus llantos a través del teléfono... dice que va a llamar a un psiquiatra y... que si estar en el instituto me afecta... me va a sacar de aquí... y yo... yo no quiero... no ahora…antes... me alegraría por eso pero... ahora es distinto... te... te tengo a ti... tu me comprendes.. me escuchas... me crees... me ayudas... sin ti probablemente habría muerto... por favor... quédate conmigo- sollozó y ante esas palabras solo lo apreté más fuerte y mis lágrimas salían más rápido, pero entonces al apoyar mi mano en esa asquerosa y putrefacta madera sentí un pinchazo, me había clavado un trozo de madera astillada en la palma de la mano y la sangre comenzó a fluir, Gerard me miraba preocupado.

-Tranquilo, no es nada- pero entonces él me tomo la mano herida para revisarla, y me miró a los ojos, ante eso, sentí las llamadas mariposas en el estómago, comenzó a acariciar mi mano y yo me derretía a la vez que su mano también se manchaba de aquel líquido caliente y rojizo.

-Hagamos una promesa- le propuse- prometo estar contigo, prometo que saldremos de esta y muchas más juntos, pase lo que pase.

-Yo... realmente no se lo que prometerte, solo te complico la vida y te causo problemas, pero sea lo que sea para lo que me necesites, estaré ahí, puedes contar conmigo- esas palabras me hicieron estremecer

-Al contrario, eres muy importante para mi, ni te imaginas cuanto... y nada más al estar a mi lado me has ayudado mucho, te quiero- le confesé

-Yo... yo también te quiero- nos dimos un abrazo que duró más de un minuto- entonces... ¿esto es una promesa? - abrí la palma de mi mano ensangrentada y eché un escupitajo en esta. Él entendió mi intención, agarró un trocito de madera y se hizo un pequeño corte en la palma, al instante la sangre comenzó a brotar, y echó un escupitajo en su mano que también estaba manchada de mi sangre, y luego agarré su mano y entrelazamos nuestros dedos, no me daba asco, al contrario. Me parecía un bonito gesto, y sentir que mi saliva y  la suya se mezclaban en mi mano, al igual que mi sangre y la suya, me hacía delirar. 
No quería soltar mi amarre y al parecer él tampoco, porque cada uno acariciaba la mano del otro con el pulgar, mientras nos mirábamos a los ojos, me sentía flotar.

Sin soltar nuestras manos nos tumbamos en el suelo y nos abrazamos. De verdad esto era tan irreal... pero al acomodarme sobre su pecho supe que el suyo también latía fuertemente y eso me hizo sonreír, seguíamos ahí, bajo el cielo estrellado, con nuestras manos ensangrentadas unidas, ¿qué más da si estamos perdidos? en esos momentos me daba igual lo que fuéramos, quizá para él solo amigos pero mi corazón sentía que el suyo también me amaba.

Estiré mi cabeza y le dí un beso en el cuello, lo que hizo que mi piel se erizara y sintiera calor y frío a la vez.

-No es una simple promesa, es una promesa de sangre y yo todo lo que prometo lo cumplo, tenlo por seguro Gee.

-Lo sé, confío en ti, Frankie- se aferró más a mí.

Nos quedamos contemplando el cielo oscuro en aquel extraño bosque hasta que nuestros ojos se fueron cerrando y nuestros rostros fueron lo último que vimos antes de caer rendidos ante los brazos de Morfeo, y un te amo fue lo último que mis labios pronunciaron silenciosamente abrazado al ser que más he amado en mi corta vida.

Sentía que estábamos hechos para encontrarnos y estar juntos o quizás eso solo era lo que deseaba, solo a él y nada más en este extraño y complicado mundo y en el mundo de los muertos. 
Ningún espíritu iba a arrebatarme mi felicidad, a mi única esperanza.

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Y aquí estoy de nuevo, de veras siento tardarme tanto... lo que pasa es que tenía parte del cap en otro ordenador y se me estropeó, por lo que traté de esperar a arreglarlo para continuar a partir de ahí pero nada, así que lo hice de nuevo. También mi prima de Venezuela vino aquí a estudiar a la universidad y está viviendo en mi casa por lo que casi todos los días salgo y ni tengo tiempo de escribir, recuerden que mi prima fue la que me dio a conocer a MCR, no es que ella sea super fan, pero le gusta aunque su grupo favorito es Simple Plan, bueno, me dejo de enrollar, siento que este cap haya sido más corto, que sea de drama y no haya habido comedia pero la habrá, solo esperen un poco, subiré cuando pueda, I promise! la casa del árbol es como la de la película de un puente hacia terabithia pero más vieja,  podrida y esta en un bosque tenebroso xD
Por cierto, el 22 sale el vídeo de The Only Hope For Me Is You! estoy muy emocionada ^_^
ya me despido, saludos y COMENTEN please!

jueves, 14 de julio de 2011

Capítulo 6 - Un mal presentimiento


(NARRA FRANK)

Hoy desperté antes que Gee, tenía buenas ideas para despertarlo como tirarlo de la cama, darle un zapatazo etc. pero no, me dejaría ya de bromas, esperaría hasta que despertara.

Me fui a cambiar, a arreglarme y a hacer las maletas porque hoy nos íbamos de camping.

Cuando ya estuve listo Gee seguía durmiendo y ya era tarde así que no tuve otro remedio,  me acerqué a él.

-Hey Gee, ya es tarde, venga levántate- le empecé a acariciar el brazo suavemente y se revolvió.

-Buenos días, Frankie- me dijo bostezando.

-Que dormilón eres- le besé la mejilla y mi corazón se aceleró como siempre que hacia eso.

Después salió de la cama, se cambió, organizó todo y salimos.
Como de costumbre desayunamos en la cafetería un café y unas tostadas.

 Nos despedimos de Mikey, Mario y Ron ya que ellos al estar en otro curso no irían.

-Te extrañaré mucho cariño, y a ti también, cerdito- dijo Mario, lo último refiriéndose a Gee y este lo miró con cara asesina.

-Bueno, adiós chicos, Mikey ten cuidado con Mario- dijo Gee y reímos.

Por fin salimos y nos subimos en el autobús. Obviamente Gee iba a mi lado.

 Él observaba por la ventana y tenía cara de preocupación.

-¿Qué te pasa?

-Nada, nada, es solo que… tengo el presentimiento que algo va a ir mal… supongo que son solo cosas mías pero no sé…

-Deja de preocuparte, no va a pasar nada, nos lo vamos a pasar genial, ya verás.

-Eso espero…

Para que dejara de preocuparse saqué mi iPod y nos colocamos cada uno un auricular, este sería un largo viaje.

Ya llevábamos una hora en aquel autobús y seguíamos oyendo música, no podía estar tan cerca de Gee sin tener unas ganas increíbles de abrazarlo y aferrarme a él, pero no me atrevía, por eso poco a poco cerré mis ojos. Aunque no tenía sueño, me saqué el auricular de la oreja, me hice el dormido y apoyé mi cabeza en su pecho, era tan reconfortante… oía los latidos de su corazón, era como música para mis oídos. Tenía los ojos medio abiertos y pude ver como me miró extrañado pero no se aparto, en vez de eso paso su brazo alrededor de mi cintura, ¿podía ser más perfecto?

Nos quedamos así  por un largo rato, aproximadamente dos horas hasta que por fin llegamos, no quería separarme de él pero tuvimos que bajar. El lugar era un gran bosque lleno de árboles, desde algunos que parecían alcanzar las nubes hasta otros que eran incluso más pequeños que yo, era un bonito paisaje. Todo era de color verde, con diferentes tonalidades. Desde allí se podía ver unas grandes montañas por dónde se asomaba el sol, el cielo estaba azul celeste, y se observaban unas blancas nubes esponjosas, sobre estas sobrevolaban algunas aves. Parecía un paisaje sacado de un cuadro.

Los monitores nos guiaron hasta la zona en dónde íbamos a acampar, un gran espacio vacío, a la izquierda una gran hoguera, obvio que estaba apagada, y a la derecha unos de esos asadores de piedra con leña. Al parecer poco iba a comer en esta semana siendo vegetariano…

-Bueno, el primer reto será armar vuestra casetas si no queréis dormir en el suelo, las tiendas de campaña son para cada dos personas, por lo tanto la compartiréis con vuestro compañero de habitación, -ante eso sonreí internamente- no quiero ninguna queja. 

Se organizarán grupos y cada uno se encargará de hacer una cosa, uno limpia, otro cocina… etc, el que arme su caseta en menos tiempo su grupo se librará de realizar sus tareas por hoy, también… -bla bla bla-... ¡Manos a la obra!- nos informó uno de los monitores.

-Ven Gee- lo arrastré hacia la zona más alejada- mi caseta es automática, de esas que las abres y se arman así que será pan comido- rió- pero tápame, que como nos descubran nos matan.

-Que listo eres, Frankie- me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Me imagino la cara de bobo que tendría en ese momento, pero no lo podía controlar…

“Armé” la tienda  y nos metimos dentro junto con nuestras cosas.

-A ver dónde voy a meter esto…-dije señalando mi guitarra eléctrica

-¿Te has traído la guitarra, te la piensas enchufar en el culo o qué? ¿Y también el amplificador?

-Bueno… es mejor que sobre a que falte…  pensé que esto sería algo así como un campamento de rock pero al parecer no… ¡igual por si acaso me traje la acústica!- dije enseñándole el forro de la otra guitarra.

-Ay Frankie, que loco…- comenzó a reír- me encanta tu tienda de Barbie, por cierto.

-Es que era la única plegable, si no la armarías tú.

-No, si es que me gusta- me dijo riendo- ¿Sabes? este sitio me recuerda a el bosque ese de Crepúsculo.

-Mira quien se queja de que a mi me gusten las Barbie, y a ti te gusta Crepúsculo.

-No compares…- me dijo, y yo le saqué la lengua a modo de respuesta.

Acomodamos todo, colocamos mantas, almohadas, y luego nos tumbamos mirando al techo. Quedamos en silencio, hasta que…

-Hola, tortolitos- se abrió la especie de puerta y oí una voz que me era muy familiar, la de Mario.

-¿Se puede saber qué demonios haces aquí?- le pregunté.

-Se llama poder de convicción, hone. Hubo gente que no vino al camping y convencí al profesor de ir Ron y yo, y como verás, estamos aquí.-Ron asomó la cabeza.

-¡Hola!-saludó este último.

-¿No les importa, verdad?- dijo Mario y se metió con Ron entre Gee y yo, siempre me tenían que joder el momento…

Estábamos tan apretujados que ni me podía mover.

-Esta cosa va a explotar- dijo Gee y reímos- en serio que, me estoy asfixiando, ¿ya armaron su tienda?

-Sí, al ladito de la de ustedes- sonrió Mario y yo suspiré.

Nos quedamos ahí como salchichas en lata. Mario y Ron decían estupideces mientras Gee y yo estábamos en silencio.

-Barbie esta muy hambriento, ¿y Harry?-dijo con una sonrisita pervertida.

-¿Quiénes…- dijo Gee pero al parecer entendió a que se referían- ¿Les ponéis nombres?

-¡Claro! y también le hablo, hay que darles cariño-rió Mario- el de Frank se llama Frankenstein- Gee me miró y me sonrojé, así lo había apodado Mario el año pasado.

-Bueno ya, salgamos de aquí- intentamos salir todos a la vez y la tienda se fue hacia alante- Ahhhhhhhhhhhh-  tratamos de salir como pudimos y colocamos la tienda bien.

 Ya era la hora del almuerzo y nos sentamos en una mesitas de madera, había chuletas, puag, y un montón de carne, así que me hice un bocadillo con queso, tomate, lechuga y salsas, no había de otra.

Después de comer, llegó un guía para hacer un recorrido que duraría horas... esto ya no me estaba empezando a gustar mucho... por el camino nos iban explicando todo y por suerte nos parábamos a ratos.
Ya eran las nueve y me dolía todo, estaba muy cansado... y luego fuimos a una cueva en donde habían murciélagos, pero Mario apuntó a uno con la linterna y salieron todos volando... por eso este recibió un regaño de los monitores.

Después cenamos, yo otro bocadillo, los demás pollo asado... y tuvimos que ducharnos, si a eso se le puede llamar ducha. Era como una bolsa de agua colgando que tenía un tubo por la que salía agua, tuvimos que ponernos el bañador y ducharnos como podamos... ah, y claro, como tampoco había baño teníamos que hacer nuestras "necesidades"  por dónde pudiéramos...
Al igual que los vestuarios eran detrás de los árboles...  así que me puse el pijama, estaba tan cansado... y solo era el primer día, pero no tenía sueño, igual fuimos a la tienda. Casi ni había hablado con Gee... ya dentro me tumbé

-Que cansado estoy...- se quejó.

-Y yo..., y tengo hambre...

Gee se levantó, cogió su mochila y sacó galletas y una caja de dulces.

-Sé que no es mucho, pero sabía que ibas a pasar hambre a no ser que comas carne, por eso traje algunas provisiones- me pasó los dulces.

-¡Gracias!, gracias por preocuparte por mi- agarré unas galletas y comí desesperado.

-No es nada, tú siempre eres el que se preocupa por mí, te la debía. También traje ensaladas pero dejémoslo para otros días o te vas a morir.

Terminamos de comer y nos volvimos a acostar.

-Buenas noches, Gee.

-Buenas noches, Frankie.

Estábamos como a medio metro de separación, quería estar junto a él, pero si me rechaza... así que trate de dormir. Me quedé viendo a Gee, era tan hermoso...

Di vueltas y vueltas pero no lograba dormirme, hasta que por fin caí rendido ante los brazos de Morfeo.

Pero poco me duró el sueño porque me desperté sobresaltado, Gee también debido a mi alteración.

-¿Qué te pasa, Frankie?- me dijo preocupado.

-He tenido una pesadilla... estaba rodeado de arañas y se me subían encima... ha sido horrible.

-¿Le temes a las arañas?- me preguntó y yo asentí- yo a las agujas... les tengo pánico, una vez hasta me tuvieron que amarrar en el hospital para ponerme suero.

-Pobre... bueno, siento haberte despertado

-Da igual.

-Gee.

-¿sí?

-¿Puedo abrazarte? es que no puedo dormir.

-Claro, enano.

Me aferré a él, lo abracé y coloqué mi cabeza en su pecho, se estaba tan malditamente bien. Mi corazón otra vez se aceleró, una corriente me invadió el cuerpo, me sonrojé. Él también se agarraba a mí y ya se había dormido. Yo esperé a tranquilizarme, y al rato pude conciliar el sueño.

Desperté y Gee seguía sumido en sus sueños, había sido la mejor noche de mi vida, había dormido como nunca. Yo no me moví, solo elevé mi mano para acariciar su cabello y luego su cara, su perfecta y hermosa cara, y me quedé observándolo hasta que despertó.

-Buenos días.

-Hola, Frankie.

Luego nos fuimos a desayunar, por suerte jugo y alguna fruta, pero desgraciadamente no nos dejaban en paz,  teníamos que realizar un "reto", guiarnos hasta cierto sitio según una brújula, y yo solo tenía ganas de volver a la tienda y abrazar a Gee...

Casi nos perdemos un par de veces pero lo conseguimos y luego volvimos para almorzar, otra vez yo un bocadillo... y luego habían más actividades preparadas... describir unas plantas, encontrarlas...

Y se nos hizo la noche, pero hoy iríamos a la hoguera y una vez allí la encendieron, era bonito porque se veían las estrellas. Se veían hermosas tras la figura de Gee. Últimamente estaba raro... ya no hacía tantas bobadas y estaba como... desconectado, ausente, como si su mente estuviera en otro sitio, ya le había preguntado que pasaba, él insistía en que nada pero no le creía.

En la hoguera contaron historias de terror, aunque a mi no me dio ni un pelo de miedo.

Y luego fuimos a la tienda, ya eran las doce, nos dimos las buenas noches y lo volví a abrazar, amaba dormir así, amaba su olor, su respirar, su cuerpo, en definitiva lo amaba.

En medio de la noche me desperté al no sentir ese calorcito de Gee a mi lado, no estaba.

Supuse que habría ido a hacer sus necesidades y esperaría un rato, pero pasaron veinte minutos y no volvía.
Me desesperé y salí en su busca, pero todo estaba muy oscuro, solo iluminaba la luz de la luna y las estrellas, por lo que agarré mi linterna y camine por esa zona, ahora si que tenía miedo, miedo por estar ahí solo, con todo oscuro, ese sonido del viento contra los árboles y el ruido de los búhos, pero más miedo por Gee, ¿y si le había pasado algo...?

Seguí buscando pero nada, ni rastro de él, mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas y sentía un vació en mi interior...

Recorrí otra vez el lugar, pero ninguna pista de su paradero, a ver... es imposible que se halla ido a alguna parte... ¿y si lo secuestraron? ¿y si se calló?¿y si solo estaba dando una vuelta?¿y si estaba perdido? me desesperé aun más , las lágrimas comenzaban a bajar por mi rostro y yo solo me culpaba a mi mismo...

Me acerqué a la tienda de Mario pero oí gemidos, que "raro" de él... pero igual le di un golpe a su tienda y oí un "¿qué quieres?" ,y yo solo les dije:

-Sal cuando puedas, Gerard ha desaparecido, no lo encuentro por ninguna parte.

Al rato salieron y al verme llorando me dijeron que me tranquilizara, que ya veré como aparece ahora mismo pero eso no me calmo nada en absoluto.

Se unieron a mi búsqueda, incluso salimos de la zona de camping pero nada... yo seguía llorando desesperado deseando que estuviera bien.

En eso me caí al suelo y yo solo me quede ahí, agarrándome las piernas en estado fetal, seguía llorando desconsoladamente.

-De verdad le quieres mucho- dijo Mario.

-No, yo... yo no lo quiero, lo amo demasiado- dije entre sollozos, ante esto me abrazó- Si le pasara algo... no sé que haría.

Decidimos ir a la tienda de los monitores y contarles lo sucedido, pero los muy hijos de puta solo dijeron que si a las seis de la mañana no aparecía lo buscarían.

Yo no pensaba quedarme ahí sin hacer nada, por eso seguí caminando, buscándolo y llorando a la vez, pero ya eran las cinco de la mañana y sin quererlo caí al sucio suelo de tierra y me quede dormido entre sollozos.

Desperté, eran las seis y media, deseaba que todo aquello hubiera sido una horrible pesadilla pero abrí los ojos y me encontré en ese asqueroso suelo, yo estaba completamente sucio, tenía hasta la cara llena de tierra y me sentía destrozado por dentro, fui recordando todo, había sido real, se me hizo un nudo en la garganta pero traté de no comenzar a llorar.

Fui hacia los malditos monitores que empezaron a buscarlo, yo les seguía, caminábamos y caminábamos y a medida que pasaba el tiempo mis esperanzas se hacían aun menores, eran las dos del medio día, habían dejado a Ray a cargo del campamento mientras que los monitores no estaban, me habían mandado a ir con los demás pero yo me negué, seguía llorando. Sentía que las lágrimas me quemaban los ojos, estas limpiaban la tierra que tenía en la cara.
No había comido ni bebido agua, pero poco me importaba.

El tiempo pasaba, las cinco, las seis, las siete, las ocho...

Quería despertar de esta maldita pesadilla y encontrarme a Gee abrazándome, pero desgraciadamente esto estaba sucediendo de verdad.

A las nueve y media habíamos pasado un cementerio y estábamos recorriendo una montaña, los árboles no tenían hojas, sus troncos eran negros, parecían hechos de ceniza y abundaba una blanca niebla, ya ni me salían más lágrimas, pero por el camino, en una especie de barranco no muy profundo, cubierto de matorrales estaba él...tumbado en el suelo, estaba tan sucio como yo y en su ceja tenía una mancha de sangre al igual que en su brazo, Gee estaba inconsciente. Yo me quede en shock y no me movía, hasta que reaccioné y corrí justo a él llorando.

-Gee, por favor despierta- sollocé- Gee abre los ojos...- coloqué mi mano en su corazón y noté sus pulsaciones, al menos estaba vivo.

Traté de cargar a Gee pero no podía... llamaron a alguien para que trajeran un auto.

Los monitores lo cargaron y lo subieron a la parte trasera del auto, él acostado con su cabeza sobre mis piernas, yo continuaba llorando y le acariciaba el pelo.

-¿Por qué hiciste eso Gee?- Pero no recibí respuesta ya que seguía inconsciente- Casi me muero...

Me acerqué a su oído y le susurré dos palabras, dos palabras que significan tanto y tan poco a la vez,  dos palabras de las que estoy seguro que siento por él, y más ahora, cuando desapareció, me di cuenta de lo que significaba para mi, de que sin él no soy nada, de que él es mi vida, mi felicidad, dos palabras que necesitaba confesarle, le susurré:

-Te amo.

Llegamos y rápidamente lo bajaron y lo metieron en su tienda, le lavaron sus heridas y su rostro, y se deshicieron de su camisa, sacaron un botiquín y le echaron pomada en esas horribles heridas abiertas de las que no paraba de brotar sangre y le vendaron el brazo, me dijeron que despertaría, que necesitaba descansar por un largo rato, que llamarían a sus padres para informarles y lo llevaron a nuestra tienda. Yo lo arropé con unas mantas y saque la mochila, llevaba desde ayer sin comer y tampoco había dormido y ya eran las doce de la noche.

Saqué una de las ensaladas que Gee me había traído, ante eso miré a Gee y le sonreí.

-Gracias- le dije y le besé la mejilla.

Comí y bebí agua y luego me acurruqué junto a él y lo abracé, cuando despertara me tenía que dar una larga explicación pero no lo quería agobiar.

Estaba agotado, ¿acaso lo que paso tenía que ver con el mal presentimiento que tenía? sea como sea había acertado.

Me dormí pero no sin antes desearle buenas noches al inconsciente Gerard.

Estaba dormido, y sentí algo moverse a mi lado, eran las cinco de la mañana y Gee había despertado.

-¡Por fin, Gee!- me miró confundido así que le conté todo lo ocurrido.

-Gracias por estar ahí- me abrazó aun más, pero a la pregunta de que le había pasado respondió que no quería hablar de ello, que mañana me contaba, yo solo asentía y volvimos a dormir.

Al día siguiente cuando desperté le traje el desayuno a Gee porque debía guardar reposo, me agradeció y comió.

Los monitores no lo dejaron salir así que yo me escabullí y me quede con él, hablamos de cosas sin importancia, como que el campamento no era tan maravilloso como me pensaba, o de los hijos de puta que son los monitores... pero cada vez que trataba de sacar el tema de que le había pasado saltaba con otro y no me dejaba preguntarle, hasta que me canse.

-Gee, tú sabes que puedes confiar en mi, he estado siempre a tu lado, al menos desde que nos conocimos, te apoyo en todo, me enfada que no confíes lo suficiente en mi como para contarme. No me creo esa mentira que le dijiste a los monitores de que te perdiste y te desmayaste hasta que llegamos, no puedes haber estado inconsciente tanto tiempo por eso, no te voy a agobiar para que me cuentes pero sabes que yo estoy contigo para lo que quieras, sea lo que sea, siempre estaré contigo.

-Es que... Frankie- intentó sentarse pero se quejo- auch me duele todo- lo ayudé- Frankie, realmente tú eres la persona en la que más confió, te agradezco mucho, pero verás... lo que paso esta relacionado con una cosa, una cosa que no sabe absolutamente nadie, ni mi familia, traté de decirles pero no me creyeron, así que es como mi secreto, en serio que quiero decirte pero me tomarás por loco y tengo miedo de volver a estar solo...

-Eso no va a pasar, por muy estúpido que sea te creeré, como si dices que viste al unicornio de Mikey, nunca te dejaré solo- Gee me sonrió, se acostó junto a mi y me abrazó.

-Verás, es una larga historia, solo recuerda que me prometiste que me creerás- yo asentí- a ver, empiezo, como sabrás por Mikey, he tenido unos cuantos accidentes-volví a asentir- desde el primero, el del coche, me cambió mucho la vida, como te dijo Mikey decía ver fantasmas, pues ese es el caso, aunque no solo son espíritus, también a veces presiento cosas...  a veces sé hasta lo que va a pasar, aunque a veces me lo cuentan los espíritus, también sueño cosas... a veces cosas que pasan, pero casi siempre sueño lo mismo, estoy en una especie de desfile, hay una carroza, todo el lugar es como oscuro, casi en blanco y negro, también marrón, y hay un montón de espíritus vagando por allí, te dije que no me creerías- dijo al ver mi cara de sorpresa y una lágrima comenzó a salir de uno de sus hermosos ojos verdes.

-No Gee, te creo, sigue.

-Gracias, bueno, pues a ver, al parecer los accidentes y el que casi muera en tantas ocasiones ha provocado que vea cosas, o que me pasen cosas relacionadas con la muerte, cada vez va a más, hasta que ahora ya he estado tantas veces en hospitales y en coma... que ya me pasan tantas cosas. Antes no veía espíritus tan seguido, al principio una vez al mes o así, ahora es una suerte si no los veo cada día, ya llevaba una semana sin verlos... hasta ayer. Verás, es muy difícil de explicar, existe un mundo de los vivos, pero también hay un mundo paralelo que es el de los muertos, y los dos están uno sobre otro pero la gente solo ve el de los vivos, es como si te pones unas gafas con cristales de un color, ese es el mundo de los vivos pero si te pones otras gafas de otro color sobre esas, ves a través de los dos colores, es decir, de los dos mundos, he aprendido a controlarme y solo ver el de los vivos, pero a veces no puedo, que es lo que me ocurre  y por eso los veo, sé que parece estúpido y quizás no lo comprendas, pero te juro que es la verdad- yo asentí, estaba fascinado con lo que me contaba- pues bueno, hay diferentes tipos de espíritus, unos que te ignoran, pasan de ti, otros que hablan contigo, son buenos, además cada uno de ellos tiene, una cualidad por así decirlo, por ejemplo, hay unos que me cuentan lo que pasará en el futuro, no detalladamente pero si más o menos, otros pueden actuar en el mundo de los vivos, pueden ayudarte o también joderte la vida, hay algunos que son como ángeles de la guarda de algún ser querido, siempre están con él y ayudan de algún modo, mientras que los otros están enfadados por estar muertos y le fastidian la vida a los vivos, no directamente, pero pueden darte mala suerte, como que te desean mal y algo te pasa.
Yo solo vi a mi abuela una vez... poco después de morir y no la he vuelto a ver y eso me preocupa... y bueno, algunos espíritus hijos de puta como  saben que los puedo ver me están jodiendo... como cuando me ahogué de pequeño, fue como si una fuerza me hundiera, fue uno de ellos y interminables veces, el mundo de los muertos es algo así como te conté de mis sueños, pero yo solo veo ese mundo cuando sueño, porque cuando veo los espíritus, como dije es como ver a través de los dos mundos así que veo los espíritus en el mundo de los vivos, se que es un lió...pero bueno, al mundo de los muertos lo llaman El Desfile Negro, todos van vestidos con una ropa extraña, unas chaquetas raras con pantalones, y algunas chicas con un vestido del mismo estilo, todo negro, y sus ojos pintados  como si fueran ojeras, algunos llevan máscara, mira- sacó una carpeta en dónde tenía unos dibujos y me enseñó unos de cómo era ese mundo y como iban vestidos, me quede maravillado, dibujaba increíble,  era como si estuvieras allí-  Pues lo que paso.. el mal presentimiento... sentía que algo me seguía desde hace tiempo, esa noche soñé con lo mismo, pero había un ser... malvado supongo que trataba de matarme en el sueño, desperté pero lo vi, y me siguió,  todavía le tengo miedo a ese tipo de espíritus, pues eso, me siguió y yo salí de la tienda y salí corriendo pero lo tenía detrás, corrí y corrí, me encontré con un montón de espíritus que me seguían...así hasta que caí por ese barranco, me desmayé y eso es lo que recuerdo, ya no lo he visto más.
 Eso que me pasa, he tratado de contárselo a mi familia pero como dije no me creen, creen que estoy loco y dejé de hablar de ello por que si no hasta me meten en un manicomio, el caso es que yo alguna vez llegué a pensar que estaba loco, al principio tenía miedo, lloraba y huía pero con el tiempo me acostumbré... ahora hasta se puede decir que tengo amigos espíritus.- Me quede con los ojos abiertos de par en par ante aquella historia, me parecía irreal pero le creía, además eso explicaría por qué ha estado así toda su vida, sus depresiones...

-Wow, es asombroso, siento haberte presionado tanto, sabes que cuentas conmigo- lo abracé más fuerte- ¿no habrás visto por casualidad a Michael Jackson?- Gee rió.

-No, por ahora no pero si lo veo le mandaré saludos de tu parte- volvimos a reír- pero ¿en serio me crees? ¿No irás a llamar a mis padres para meterme en un manicomio?

-Claro que te creo, Gee, es un poco loco pero tiene sentido.

-Gracias,  pero prométeme que no le dirás a nadie.

-Prometido- Pactamos con nuestros dedos meñiques -Estoy muy cansado Gee, vamos a dormir, y como en media noche no estés aquí si el espíritu ese no te mata lo haré yo, cuando desapareciste casi me muero, estuve noche y día buscándote y... llorando, en serio que creí que te habían secuestrado o algo, no me vuelvas a dar ese susto- de mis ojos salieron dos lágrimas al recordar todo el sufrimiento que había pasado- ni... ni siquiera comí esos días... ni dormí...-comencé a llorar

-Lo siento tanto, Frankie... lo siento- comenzó a acariciarme el pelo- gracias por demostrar que te importo.

-¿lo siento? ¡Si casi te mueres!, claro que me importas... por cierto tampoco me he duchado.

-Bah, no hueles mal- dijo aun abrazado a mi oliendo mi cuello, y un escalofrío me recorrió de la cabeza a los pies- además, yo tampoco, igual ni me puedo mover y con este brazo…- dijo señalando su vendaje.

-Lo siento, es el derecho, ahora ni podrás tocarte- él rió- pero en serio, ¿y ahora qué haremos? ¿El tipo ese te seguirá? - pregunté.

-No lo sé, pero no quiero pensar en eso, no ahora, ya veré mañana.

-Tengo miedo... - confesé.

-¿y tu crees que yo no...?  ¿Y si sueño con eso...? pero deja de pensar en ello- se aferró a mi con más fuerza y yo solté un suspiro.

-Tienes razón, buenas noches, te agarraré para que no puedas irte, ya sabes, pase lo que pase, estoy contigo.

Esta vez fue él el que me dio un beso en la mejilla, lo agarré fuerte del brazo y dormimos abrazados. No quería preocuparlo, pero esto era un problema bien grande, estaba asustado y tratando de asimilar todo lo que me contó, hasta que me dormí. Lo que si tenía claro es que no lo iba a dejar solo, y menos ahora, estaría allí con él, aunque tengo que matar a un muerto, si es que se puede.
Y otra cosa de la que estaba seguro, es de que lo amo y también es mi mejor amigo, por nada del mundo quería perderlo.

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Imágenes:
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Hola! bueno perdonen por la tardanza, espero que les guste el cap :)
ahí algunas imágenes, básicamente el mundo de los muertos es como el vídeo de The Black Parade así que es fácil imaginárselo XD
Saludos! y COMENTEN

lunes, 4 de julio de 2011

Capítulo 5 - ¿Algo más que amistad?


(NARRADOR OMNISCIENTE)

Había amanecido, eran las siete de la mañana y esta vez era Gerard el que se había levantado temprano, así que se fue a vestir.
Cuando ya estaba listo, miró a Frank que aun seguía durmiendo y se le ocurrió una gran idea..., así que se acercó a el y empezó a moverlo de un lado a otro.

-grrrrrrrrrrr....déjame... cinco minutos más mama- oyó decir a Frank con lo que a Gerard se le formó una sonrisa y sintió... ¿ternura? pero igualmente fue a la pequeña nevera y sacó una botella de agua...

-Con que con esas estamos...pues será por las malas Frankie.

Gerard abrió la botella, se acercó a él y le echó un chorro de agua en la cara. Frank dio un brinco.

-AHHHHHHHHHH ¡Gerard te voy a matar! ¡ven aquí!- dijo levantándose de la cama y yendo hacia Gerard.

-Venganza, dulce venganza- río Gerard.

El mayor retrocedía mientras Frank se acercaba,  hasta que quedó acorralado en la puerta, así que la abrió  y salió disparado y asustado de la cara de enfado de Frank que lo seguía corriendo todavía en pijama, que por cierto estaba empapado de agua congelada.
Corrían uno detrás de otro por los pasillos.

-¡Cuando te alcance te vas a enterar! -gritaba Frank.

Había gente que los miraba extrañados pero ellos seguían su persecución, corrían por el jardín, hasta que Frank cayó al suelo tras tropezar.

-Auch... creo que me he roto algo.... ashhh- Se quejaba tocándose la pierna. Al verlo Gerard se preocupó y fue a ayudarle

-Frankie ¿Qué te paso? ¿Qué te duele? ¿Estás sangrando?- Gerard se agachó quedando de cuclillas para ayudar a Frank y le tendió una mano pero…

-Jaja te lo creíste Peggy,  ahora sí que vas a desear no haber despertado a la bestia- Frank lo agarró de la mano e hizo que Gerard cayera al suelo mientras que el menor se le tiró encima, pero cuando se miraron a los ojos ambos se sonrojaron. Entonces Frank comenzó a atacar haciéndole cosquillas mientras el mayor intentaba zafarse de él sin conseguirlo.

Frank seguía atacando su cuello y Gerard estaba asfixiado de tanto reír, pero el menor también lo hacía al ver al otro.
 Siguieron así hasta que casi se quedan sin aire y ambos acabaron llenos de tierra.
 Luego Gerard se puso de pie y le tendió la mano a Frank para ayudarlo a levantarse pero lo que hizo el menor fue jalarlo de la mano y Gerard volvió a caer mientras Frank salía corriendo.

-¡Te la debía, Gee!

(NARRA FRANK)

Después de dejar a Gee tirado me fui corriendo hacia la habitación.
Me divertí mucho, sentía un mar de emociones… estaba tan feliz… aunque cuando lo miré a los ojos…  me entraron unas ganas de besarlo que creía casi sobrehumanas, pero no me atrevía.
Iría poco a poco, además, ¡hoy empezaría mi plan de conquistarlo! Y hablando de eso, ya era tarde y teníamos que ir al parque acuático. Estaba tan emocionado, me sentía como un estúpido adolescente quinceañero… ¿pero qué digo? Si todavía tenía catorce… así que supongo que se me estaba permitido actuar así.

Como todavía estaba en pijama, que ahora estaba empapada por cierto, y lleno de hierbajos y tierra agarré mi ropa con el propósito de darme una ducha pero entonces llegó Gee con cara de una mezcla de asfixiado y enfadado, así que me metí corriendo a bañar.

-¡Si no quieres verme desnudo mejor que no abras la puerta!- grité y no oí respuesta.
 Empecé a quitarme la ropa y luego a meterme en la ducha.
Comencé a enjabonarme el cuerpo y como de costumbre a cantar.

“I´M A BARBIE GIRL, IN A BARBIE WORLD
LIVE IS PLASTIC, IT´S FANTASTIC
YOU CAN BRUSH MY HAIR
UNDRESS ME EVERYWHERE
IMAGINATION, LIVE IS YOUR CREATION
C´MON BARBIE LET´S GO PARTY
AH AH AH YEAH”

-¡Tanto estar con Mario te está afectando!- escuché la voz de Gee detrás de la puerta. Yo solo reí.

Terminé de ducharme y me vestí con uno de mis nuevos conjuntos, unos vaqueros negros muy ajustados y con muy quiero decir que hasta me apretaba “ahí”. Me los bajé para que se me vieran los boxers y me puse un cinturón de cadenas colgando, una camiseta sin mangas negra con una calavera blanca a un lado y unos converses negros.
Me mire en el espejo

-Hola guapo, espejito espejito ¿quien es el más bonito? pues claro que tu Frankie grrr eres toda una fiera, ¡qué sexy!

Sí, se me estaba yendo la olla… hasta hablaba con el espejo… bueno, después de mi interesante conversación con el espejo como me había recomendado Mario, me pinte los ojos con un delineador y me puse brillo de labios. Realmente estaba dudando de si algo en mi cabeza no me funcionaba...

Me miré una última vez y luego dispuesto a salir giré el pomo de la puerta pero... no abría.

-¡Gerardo Arturo, ábreme la puerta!- escuché unas carcajadas por parte de él.

-No Francisco Antonio Tomás, no hasta que te disculpes.

-Está bien...  ¡discúlpame por enfadarme porque me despertaras tirándome agua congelada!

-Bueno, Franquito, ¿así que no te acuerdas de la otra vez que me despertaste gritándome? por mi te puedes quedar todo el día ahí encerrado.

-¡Cuando salga vas a desear no haber nacido!

-Ay, que miedo- me dijo sarcástico.

-Ya, ábreme la puerta y... y te compro dulces.

-Conmigo no sirve el chantaje... ¿pastelitos de chocolate?

-Sí... sí, los que tu quieras

Gee me abrió la puerta y cuando me vio se le quedó una cara de sorprendido. Mi plan estaba funcionando wajajaja, pero por encerrarme le pellizqué el brazo y él soltó un quejido.

-Ahora sí, buenos días- le dije y le di un pequeño beso en la mejilla. De repente me dio calor....

-¿Ya está? ¿no me vas a matar?

-¿yo? no podría, soy muy bueno- puse carita de ángel.

-Claro, claro Frankie, lo que tu digas, pero venga, vámonos ya que es tarde.

Antes que nada bajamos a la cafetería a tomarnos un café dónde estaban los demás. Luego nos iría a recoger la madre de Gee.

Estábamos esperando cuando llegó Donna y se bajó del coche. Era una señora de cabello rubio que de verdad que a primera vista me dio un poco de miedo. Llevaba unos pantalones de esos elásticos imitación a cuero, y una camiseta negra con el dibujo de una muñeca decapitada...

-¡Hola, chicos!-nos saludó. No parecía tan malvada- a ver como cabemos todos aquí...

Era cierto, ¿cómo íbamos a caber en ese auto?, así que Mikey fue de copiloto, Ray subió después atrás, a su lado Bob, luego Ron y luego Gee, quedándonos Mario y yo afuera porque ya no cabía más nadie...  pero a Mario se le ocurrió una idea y me picó el ojo, se sentó encima de Ron y yo encima de Gee... estaba muy sonrojado y mi corazón iba a mil.

-¿Todo listo ya?-preguntó Donna- cuando miró a Gee por el retrovisor sonrió porque al parecer se alegró de que tuviera un amigo- ¿Habéis traído protector solar? porque si no, se van a quedar todos rojos-todos asintieron- ¿y bañador?- volvimos a asentir- Todo en orden, así que vámonos.

Me fijé de que en el auto había colgado una muñeca de esas que me asustaban cuando era pequeño, parecía que te miraba... esta mujer sí que era extraña... ya sé de donde había salido Gee.
Donna encendió el auto y pegó un brinco con el que casi me voy hacia alante y me entrompó, pero Gee me abrazó por la cintura para que no cayera, se sentía tan bien...

-Serás pequeñito, pero sí que pesas enano- me sonrió.

Yo estaba tan rojo que traté de no mirarlo, pero Mario me miraba divertido. Gee aún se aferraba a mi cintura y continuó así durante todo el viaje. Aparte de que la carretera estaba llena de baches y pegaba brincos a cada rato aplastando al pobre Gerard, con esa excusa le agarraba las manos a cada rato, por mí el viaje podía durar días...

-Agh estoy mareado... voy a vomitar- se quejó Bob.

Donna paró el auto y Bob salió mareado a vomitar mientras lo mirábamos por la ventana.

-Puag...- dijo Ron.

-¿Si les da asco entonces para que miran?- preguntó Donna -hay que ver, que cotillas...

Luego Bob subió otra vez, y Donna le preguntó si se encontraba mejor, él asintió así que continuamos nuestro viaje.

De vez en cuando Mario se giraba para besar a Ron apasionadamente sin importarle que Donna los mirara,  que envidia les tenía...

-Mi amor ¿por qué estoy notando algo duro ahí abajo? Contrólate, honey- dijo Mario y Ron rió- Si fuera por mi te cogía aquí mismo pero sabes que...

-Mario, por favor...- le pidió Gee.

-Sí, Gerard, no te hagas el tonto que sabes que tú también lo estas deseando, sugar.

Gee lo ignoró. Yo disimuladamente le hacía cariñitos en sus brazos y pronto me quedé dormido abrazándolo y con la cabeza apoyada en su pecho ¿estaba en el cielo?

-Hey, Frankie, Frankie, ya llegamos- me dijo moviéndome pero no me inmuté- Si no te voy a despertar como esta mañana...

-¡Hola!- le sonreí y besé su mejilla.

Nos bajamos del auto y entramos.

-¡Vaya! esto es grandísimo- dije, en verdad parecía una isla de lo grande que era llena de toboganes y atracciones- Por cierto, felicidades Mikey- lo abracé.

-¡Gracias! ¿Alguien más se acuerda de que  la razón por la que estamos aquí es por mi cumpleaños?- los miró a todos, y luego se fueron acercándose y felicitándolo- Frank es el único que se acuerda de mi... que triste...

-Tampoco exageres- le dije.

En fin, fuimos a ponernos el bañador, el mío era uno rosa con calaveras blancas, no era de esos que son muy pequeños que apenas te tapa ni tampoco uno de esos que llegan hasta la rodilla.
Luego salí y me quede boquiabierto tras ver a Gerard... era tan perfecto... su pecho tan blanco, su cabello negro que contrastaba y esos ojos esmeralda... salí del trance. Bueno, él llevaba un bañador del mismo modelo que el mío pero no tenía calaveras si no que era negro con cerditos… era tan adorable.

Luego observé a Mario... llevaba un bañador que apenas le tapaba, bastante ajustado y de color blanco que decía "you turn me on" en la parte delantera y "touch me" en la trasera...  ese chico sí que estaba mal.

Los demás tenían el típico bañador de colores.

-¡Hey Frank! ¿A cuál vamos primero?- me preguntó Gee.

-¡Yo quiero ir al del unicornio!- sugirió Mikey

-¡A ti no te estaba preguntando!- le dijo Gee.

-No seas tan malo con tu hermano Gee. Anda vamos al unicornio.

-¡Bien!

Gee me miró con cara asesina y todos nos fuimos hacia esa atracción. Para mi suerte los flotadores eran de dos en dos, así que yo fui con Gee. No me resistí a no tocarlo cuando estábamos ya en el flotador, él delante y  yo detrás, y lo abracé por la cintura.
La caída era bastante alta así que echamos un grito y salimos por la boca del unicornio.

Así probamos muchas atracciones, el volcano, el dragón, el gigante, la torre del poder... hasta que nos subimos a una que era un recorrido de tubos cerrados muy larga y mientras estábamos en ella oímos unos gemidos.

-Ya están estos dos otra vez...-dije ya cansado- ¿y si los asustamos Gee?- le susurré en el oído. Él asintió sin saber lo que haría- Ah... si... Gerard... más rápido... ah... que rico- empecé a simular que gemía. Gee estaba sonrojado pero entendió lo que pretendía.

-Ah si... mi Frankie... así... ah...mmmm- me siguió el juego aunque eso me encendió, y noté que algo en mí estaba despertando, más bien mi “cosa”... ¿ahora que iba a hacer? me eché agua fría y se calmo un poco...
Es que ¿quién es capas de liarse en unos túneles? pues la respuesta es... Mario y Ron que por cierto, dejaron de hacer ruiditos.

Llegamos abajo y los mencionados no dejaban de mirarnos muy raro, seguro se habían creído que estábamos haciendo algo...

-¿Se puede saber que estaban haciendo en ese túnel?- preguntó Mario.

-Eso es lo que le tenemos que preguntar a ustedes, ¿que hacían liándose ahí? nosotros solo estábamos tomándoles el pelo- dijo Gee.

-Primero, que no nos estábamos liando, solo... tocándonos, es muy difícil aguantar todo el día, y segundo, pues me creí la bromita.

Nos dio la risa tonta y después nos fuimos a comer unas hamburguesas que había traído Donna, que estaban muy buenas aunque yo tuviera que quitarle la carne...

Después como cuando éramos niños le dimos los regalos a Mikey. Básicamente ropa,  pero como Mario siempre tiene que cagarla, le regalo un tanga con un dibujito de unicornio.... Mikey se sonrojó.
Yo siempre estaba pegado a Gerard como una lapa. Había sido un día muy divertido pero ya iba a cerrar el parque, por eso por último nos fuimos a una playa de esas que tienen olas falsas y luego nos duchamos y cambiamos. Ya en el auto...

-Todavía tenemos tiempo, ¿qué les apetece hacer?- preguntó Donna.

-¡Ir al centro comercial!- contestamos todos.

-Está bien...

Como antes, yo estaba sobre Gee y él me agarraba de la cintura, era tan tierno...
Llegamos y fuimos a algunas tiendas de juegos y de repente se me ocurrió una gran idea... Siempre he querido hacerme un piercing, sé que es algo loco hacérmelo ahora pero serviría para provocar un poco a Gee.

-Hey Gee, vamos a esa tienda, me voy a hacer un piercing.

-Frank ¿te han dicho alguna vez que estás loco? ¿Ni le vas a decir a tus padres?

-Baa... a ellos les da igual. Venga, vamos Gee- lo jalé de la mano.

Un chico totalmente tatuado me atendió, y en menos de cinco minutos ya tenía un bonito piercing en forma de aro en el labio. Ni me había dolido, aunque se me habían hinchado un poco los labios.

(NARRA GERARD)

Hoy había sido uno de los mejores días de mi vida, otro de ellos había sido cuando me compré mi primer cómic, lo sé, entiendo que quizás es un poco friki.

Bueno, hoy Frank había estado muy cariñoso cosa que me encantaba... pero cada vez era más irresistible, se había puesto una ropa que no dejaba nada a la imaginación y me dejaba babeando,  y mejor no hablar en bañador...
Había estado todo el día sintiendo cosas en el estómago, escalofríos, cambios de temperatura... en fin, ya era obvio que sentía algo por Frankie... pero ¿qué? ¿Es normal esto en la amistad? no lo creo porque con los demás es diferente... cada vez que me abrazaba, era algo inexplicable, lo que sabía es que quería comerme su boca, más ahora que acababa de hacerse un piercing y tenía los labios rojos e hinchados... me preguntaba en cómo alguien podía ser tan perfecto.

A Frank le dolía un poco la boca después de un rato, y fuimos a tomarnos un helado, cosa que no fue buena idea... luego comprenderán por qué.

Yo me pedí uno de fresa al igual que Frank, nos sentamos en una mesita. Estaba comiendo tranquilamente cuando Frankie empezó a chupar su helado de una forma... ¿provocativa?  No le podía quitar la vista de encima...lo lamía... se lo pasaba por sus labios... casi me da algo  y sin quererlo mi entrepierna despertó. Traté de no mirar pero no podía... "contrólate Gerard, contrólate" me decía  a mí mismo.
Volvimos al auto, encima Frankie iba encima de mí. Suerte que al menos nos pusimos a jugar al veo veo. Sí, creo que creemos que tenemos cinco años...

-Veo veo- empezó Mario afeminadamente.

-¿Qué ves?-dijimos todos.

-Una cosita.

-¿Y qué cosita es?

-Empieza por la P.

-¿Que será, qué será, qué será?- cantamos.

-¿Puerta?- dijo Ray.

-no.

-¿Perro?- dije yo

-¿Acaso tú ves algún perro aquí? les daré una pista... es algo que me gusta mucho, es duro, lo tiene mi novio, y Frank no.

-Ya empezamos...-dijimos todos al unísono.

-A que adivino... ¿pene?- dijo Frank.

-¡Sí! acabas de admitir que no tienes pene.-estalló en carcajadas.

-¿A sí? ¿Y entonces esto qué es?-dijo Frank señalando su entrepierna, cosa que me provocó...

-Pues que te pones relleno porque sientes complejo- explotamos de risa. No sé cómo mi madre había aguantado todo, y encima parecía feliz. Supongo que es porque su querido hijo antisocial tiene amigos, amigos raros, pero amigos al fin y al cabo.

Seguimos con nuestras boberías hasta que llegamos al instituto y le di un abrazo de despedida a mi madre.

-Adiós- nos despedimos de Donna.

-Esa Donna si que mola, se merece una ola- ¿a que no adivinan quién dijo eso? sí, que raro que fuera Mario.

-Uouhhhhhh- hicimos una ola

-Otra ola.

-Uouhhhhh

-Un Tsunami

-Whouuuuu.

-¿Seguro que no se tomaron nada?-preguntó Donna y nosotros reímos.

Estábamos tan cansados que como anoche fuimos a la cafetería, cenamos y nos regresamos a la habitación.

-¡Ash, qué cansado estoy!- Me tiré a mi cama.

-¡Y yo!- Frank se tiró también en mi cama aplastándome.

-¡Au!- me quejé pero él se acomodó a mi lado y me abrazó. Yo le correspondí, apoyó su cabeza en mi pecho.

-Gee.

-¿Sí?

-Eres mi mejor amigo, te quiero- me dijo, y mi corazón fue a mil.

-Y yo a ti. pequeño.

Estuvimos así un rato pero teníamos que ponernos el pijama, que desde entonces era la chaqueta que le presté a Frank aquella vez, me gustaba olerla para dormir, sí, no la había lavado y sí,  soy un guarro.
Ya cambiados nos íbamos a acostar

-Que descanses, cariño- me dijo, y me dio un beso en la mejilla. Como de costumbre me sonrojé

-Tu también, Frodo.

Cada uno se fue a su cama, pero yo me quedé pensando, ¿qué hago? ¿Le digo lo que siento y arruino nuestra amistad o seguimos así? tengo miedo a lo desconocido y a lo que pueda pasar, así que por ahora está bien de este modo, no tenía ni idea de estas cosas... aunque tampoco tenía ganas tenía que recurrir a Mario.
Estaba claro que lo que sentía por Frank era algo más que amistad, pero me daba miedo aceptarlo.

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¡Hola! espero no defraudarl@s, ahora trataré de subir un cap cada dos o tres días.
Frank ya lo tiene en el bote pero a Gee le da miedo lo que pueda pasar...
al siguiente día ya empieza la acampada :) ¿qué pasará? ¡lo descubriremos en el próximo capítulo!
 Quería preguntarles si quieren que le ponga imágenes de todas las cosas que nombro en mi fic, como de las atracciones, la ropa... o si prefieren imaginárselo ustedes
SALUDOS y COMENTEN

sábado, 2 de julio de 2011

Capítulo 4 - ¿Yo enamorado?


(NARRA FRANK)

 Hoy era ya jueves, mañana era el cumpleaños de Mikey -no iríamos al instituto ese día- y el sábado empezaba la acampada… así que como de costumbre, me levanté perezosamente de la cama para ir a clases. Me cambié de ropa en el baño, -unas bermudas y una sudadera-, y ya estaba listo, mientras que Gee sigue dormido, así que para pegarle un susto me acerqué sigilosamente a su oído y grité:

-¡Gerard, el instituto se esta quemando!

Él abrió los ojos como platos y dio un brinco sobresaltado mientras yo me reía.

-Bonita forma de levantarme.

-O era eso, o te tiraba un cubo de agua… además mereció la pena ver la cara que pusiste. Pero… buenos días Gee, ¿Qué tal dormiste?- dije con una sonrisita pícara.

-Oh, genial, hasta que un enano poseído me despertó con un grito y no sé si me dejo sordo, por lo demás bien.

Nos entró una risa tonta, cosa que era común. Siempre que hablábamos acabábamos riendo de cosas sin sentido aunque no tuvieran una ni pizca de gracia. Me encantaba verlo feliz con esa sonrisa tan bonita en su rostro, realmente no sabía lo que me pasaba con Gee.

 Mientras me acomodaba elcabello, que ya se me había desteñido y ahora era completamente oscuro y un poco más largo, Gee se fue a vestir.
Salió con una camiseta como de al menos tres tallas mayores que él y unos vaqueros igual de grandes, la verdad es que desde que lo conocí hasta ahora había cambiado mucho, tanto físicamente como en personalidad. Ahora era mucho más animado.

Como siempre nos dirigimos a clase y hablábamos de boberías como historias divertidas de cuándo éramos pequeños. Como que una vez en la que Gee intentó cambiarle los pañales a Mikey y este le meó encima, o que yo le había llamado puta a una profesora en preescolar e imitaba la cara que se le había quedado a ella.

Ambos nos mirábamos y reíamos tontamente. Estaba muy feliz, antes pensaba que ya lo era pero desde que conocí a Gee, lo fui de verdad. Él es como esa parte de mi que me hace sentir completo. Yo le contaba todo y él siempre me escuchaba atentamente por más bobo que fuera eso.
Respecto a Pablo y sus ex-amigos, los ignorábamos. Yo ya me había vengado…

*Flash Back*

Por mucho que le prometí  que no haría nada al respecto no podía quedarme sin hacer nada. Le había dicho a Gee que me iba a la biblioteca a estudiar pero la verdad es que iba a comenzar mi venganza.
Lo que más le importa a Pablo es la imagen, y él la tenía de malo de la escuela y de super macho, así que le pedí ayuda a Mario para mi plan y él aceptó encantado.
Ya había pasado unos días de eso así que hoy era mi turno, llevaba mi cámara con una cinta colgada a mi cuello preparado para atacar.
Le había pedido a Mario que acosara a Pablo hasta que consiguiera que lo besara, ya sea a las buenas o a las malas. Ya llevaba varios días de acoso y hoy Pablo iría al vestíbulo donde se cambian los que están en el equipo de fútbol. Según Mario, su plan estaba yéndole muy bien. 
Mientras yo esperaba fuera del vestíbulo llegó Mario, me picó un ojo y entró. Yo estaba en una esquina de modo que no me podían ver, y entonces después de un rato salió Mario agarrando a Pablo de la mano y arrastrándolo hacia la pared. Lo besó. Mientras  estaban besándose yo me preparé y sacaba fotos, hubo una buenísima en donde se veía que se tocaban el trasero.
Cuando acabó Mario lo soltó y le dio una cachetada a Pablo seguida de una patada en sus partes bajas,-y claro que también saque fotos de eso- , Pablo se quedó desconcertado y Mario y yo nos fuimos corriendo.

-Estuviste increíble- le decía.

-Gracias, ya sabes que siempre consigo lo que quiero. Hasta el más heterosexual se vuelve gay por mí, cariño.

Ahora todo era cuestión de mandarles las fotos por redes sociales, móvil, o lo que sea a todo el instituto, en especial a sus estúpidos amiguitos homofóbicos.

*Fin Flash Back*

Y desde entonces toda la escuela se enteró. Sus súbditos dejaron de seguirlo, se burlaban de él y se quedó solo. Se lo merecía pero yo solo pensaba “estúpidos, la homofobia es gay”.
  Gee al ver a Pablo tan raro y que en vez de meterse con la gente, la gente se metía con él, me preguntó extrañado que le había pasado y yo le conté mi magnífica venganza, y esa fue una de las muchas tardes de risas y boberías con Gee.

 Ya en clases nos dieron los resultados de aquellos exámenes de geometría. Había sacado una A y cuando Gee vio su nota se puso muy feliz y me abrazó fuertemente mientras un escalofrío me recorría el cuerpo.

-¡Gracias! Gracias a tu ayuda saqué una A+ ¿y tú?- le mostré mi examen- te he superado, te he superado, - canturreó- el alumno ha vencido al maestro.

-Este bien, para la próxima no te ayudo, a ver si me superas.

-No, no, claro que no. Tú eres el enano más listo del mundo Frankie, nunca te podré superar mi maestro- rió divertido.

-Si, si claro, ahora hazme la pelota. Arrodíllate ante mi, mi súbdito.

-Lo que usted me ordene, oh, mi sabio enano.

Lo sé, parecíamos niños de cinco años, pero unos niños pequeños muy felices.
Gee estaba apunto de arrodillarse cuando…

-Por favor, déjense de fiestas que todavía no estamos en el receso o les bajo un punto de la calificación media. 
Ambos agachamos la cabeza, pero cuando la profesora se dio la vuelta empecé a hacer gestos y a mover la boca imitándola. Gee trataba de contener la risa pero explotó.
Lo sé, era ridículo, habíamos retrocedido a nuestra infancia, aunque realmente yo todavía no había salido de ella.

Después de clases, -he de decir que en ellas ni yo prestaba atención porque la pasábamos hablando o mirándonos-, a parte de algún que otro contacto con nuestros brazos o piernas, cosa que me encantaba y me ponía piel de gallina…
Bueno, resulta que al final de clases estaba Pablo caminando cabizbajo por los pasillos, todavía se le notaba el moretón de la cachetada de Mario pintada en su mejilla, y como yo soy muy malo, al pasar a su lado…

-Fiesta fiesta, pluma pluma gay, pluma pluma gay, pluma pluma pluma gay- me puse a cantar- ¡eso por meterte con Gee!

Gee se empezó a reír pero Pablo solo siguió caminando y agachó la cabeza aún más.

-¿Qué le tienes que decir a tu maestro?

-Oh, mi sabio Frodo, cada día eres más malévolamente malvado

-Gracias mi siervo… ¿Cómo que Frodo?

-No sé, es que no sé por qué pero me recuerdas a Frodo Baggins, el del señor de los anillos- se echó a reír.

-Oh, ¿de verdad? Pues tú me recuerdas a la cerdita Peggy.

-Gracias por el halago- nos reímos.

-Oye Gee… ¡vámonos de tiendas! No tengo ni bañador para el parque acuático…

-Claro Frankie, como tú quieras, solo que… ¡no se puede salir del instituto entre semana! Pero da igual, te bañas en bolas y ya.

-No hay problema… ¡nos fugamos del instituto y ya esta! ¿Te olvidabas de que tu enano tiene enchufes para poder salir?  ¡Y no me pienso bañar en bolas!

-¿Ah si?, ¿a quién?

-¡A Mario! Solo que también habrá que ir con él.

-¿Acaso no te estará gustando ese Mario?, tanto hablar de él…

-¡Obvio que no! Pero bueno, ¿nos fugamos o no?

-No sé Frankie… ¿y si nos pillan?… nos caerá una buena…

-Esta bien, pues me voy yo solo…

-No, no… okay, ¡vamos!- le sonreí. Era tan fácil convencerlo.

Fuimos hacia la habitación de Mario y tocamos pero salían unos ruiditos -más bien gemidos- procedentes de allí que me dejaron con la boca abierta al igual que a Gee, y como soy muy malo como seguramente habré dicho, me puse pegado a la perta y empecé a decir:

-Oh si… ahh… cariño dame más, azótame…. Ahh la tienes muy pequeña, preferiría tirarme a una chica antes que a ti, Mario…

Gerard se puso colorado y empezamos a reír. En el interior de la habitación surgió un silencio y después de un rato Mario nos abrió la puerta.

-Eres un hijo de puta Frank…-me miro con enfado. Yo simplemente sonreí- Ah, hola Gerard-  le dijo muy sensualmente. Me encantaba como Gee se quedaba cortado

-Hola…

Pasamos a su habitación, que estaba toda tirada y había un chico más o menos de mi altura, de cabello pelirrojo que más bien parecía naranja, ojos verde-azulados y vestía unos vaqueros que tenía la cremallera desabrochada -y ya me imaginaba el por qué...- y una camiseta roja,  sentado en la cama.

-Les presento… este es Ron, mi novio. Ron estos son Frank y este es Gerard.

-Hola-le saludamos y nos estrecho la mano, pero yo…

-¿Quién sabe que habrás estado haciendo con esa mano…?-Ron se sonrojó

-Bueno, ¿a que se debe la “nada” inoportuna visita?- nos preguntó Mario.

-Pues verás… necesitamos tu ayuda… queremos salir del instituto hoy y pues… tú eres el que sabe cómo.

-¿Así que para eso? ¿A dónde van?-preguntó Mario.

-Pues de compras…no tenemos ni ropa- le contesté.

-¡Que bien! yo también quiero ir de “Shopping”! Pero…  con una condición… Frankie bésame, siempre te he querido…-al ver mi cara de susto y la de su novio de enfado se echo a reír- que es mentira, ya te gustaría a ti, yo tengo a mi Ron- se acercó a el y se empezaron a besar descaradamente en la cama.

-Ejem…-me aclaré la garganta pero siguieron. Gee me miraba divertido. Luego se separaron y se agarraron las manos.

-Está bien…-dijo serio Mario- ¡Nos vamos de “Shopping”!- cambió a un tono alegre.

Salimos de la habitación y nos hizo una señal con la mano para le siguiéramos, avanzábamos por el jardín hasta un largo pasillo donde habían unas rejas. En una de ellas había un gran agujero y pasamos por ahí, y ya directamente salimos al parque de New Jersey.
 Afortunadamente había un centro comercial a unas pocas cuadras, así que fuimos hacia allí. Mario y Ron seguían agarrados de mano y en mi interior creo que sentí… ¿envidia?, envidia de no poder estar yo así con Gee…

Llegamos y entramos. No sabíamos a que tienda ir, Gerard quiso entrar a una tienda dónde vendían pinturas, caballetes y cosas de esas, Ron le siguió y yo estaba a punto de entrar pero Mario me detuvo.

-Tengo que hablar contigo- me dijo.

-¿Qué pasa?

-Pues pasa que poco más y te babeas al ver a Gerard, eso pasa, no lo niegues ¿te gusta ese cerdito verdad?

-Emm… esto… no…no lo sé…

-Anda Frank, no te hagas el bobo que se nota a kilómetros, en sus miradas…

-Vale, vale, si, me gusta y mucho, le quiero… o eso creo -confesé-  al principio pensé que solo era amistad pero luego… siento tantas cosas…

-Hey, yo solo quiero ayudarte. Cuéntame, ¿qué sientes?

-Siento que quiero estar siempre con él y cuando lo estoy solo existimos él y yo me siento feliz, que todo el día pienso en él, que si se va un segundo lo extraño, que mi corazón late a mil cuando esta cerca o cuando nos abrazamos, que se me eriza la piel al contacto, que cada vez que veo sus labios siento que quiero besarlo, que si el esta triste yo también al igual que si el es feliz, yo también, que cada vez que lo veo o lo pienso me recorre un escalofrío por todo el cuerpo, que sin él no soy el mismo…-él me escuchaba atentamente.

-Frank… esto es grave…, es obvio que te gusta… pero es más que eso, según lo que sientes… estás enamorado de Gerard- abrí los ojos de par en par.

-¿Qu-qué? No…

-Que sí Frank, estás enamorado del beicon… pero yo creo que él también siente algo por ti, como te dije las miradas dicen mucho.

-Pero… ni siquiera creo que a Gee le gusten los hombres… y menos un niñito como yo… y no sé… nunca me había pasado esto.

-Frank, tienes varias opciones, la primera, que es la peor: te alejas de él y tratas de olvidarlo, dos,  sigues siendo su amigo y aguantas las tentaciones, cosa que es muy difícil, o 3 y es la mejor, haces que se enamore de ti, lo seduces.

-Pero… ¿Cómo? ¿qué hago?¿qué le digo?

-Yo seré tu maestro mi pequeño Frank- me sonrío- primero y lo que estás haciendo bien, sé su mejor amigo, está siempre con él, que él confíe en ti  pero a veces dale señales…mándale indirectas, quédate mirándolo, cuando puedas abrázalo… dile cosas que lo confundan, llámalo cariño o dile que lo quieres por ejemplo, pero no le digas que te gusta porque puede que se aleje de ti. Sobre todo sé tu mismo. Lo que tienes que cambiar tu apariencia para provocarlo ¿entiendes? no te vistas como un viejo -río- y como hoy vamos de compras estamos de suerte. Sobretodo ponte pantalones muy ajustados… que marquen tú… ya sabes y que se te vean un poco los boxers, usa camisas ajustadas. Créeme, lo sé. Mucha suerte Frank, lo conseguirás - me sonrío- solo mírate cariño.

-Muchas gracias, gracias, gracias- lo abracé.

-De nada, si necesitas consejo estoy aquí.Sé un tigre Frank Grrrrrr- gruñó y nos reímos.

Después de eso entramos a tiendas y Gee y Ron volvieron.
Compramos demasiado, hubo una tienda que me encantó llamada Skeleton Crew, había ropa tan a mi estilo… Mario me ayudaba a elegir la ropa. Si preguntan que con qué dinero, pues yo con el dinero de una tarjeta de crédito que me habían dado mis padres por si lo necesitaba, y al parecer a Gee también le habían dado dinero sus padres.
Nos estuvimos alrededor de dos horas o más, estaba asustado por si nos descubrían pero llegamos corriendo y nadie se había enterado de nuestra ausencia, o al menos, casi nadie.

Era tan tarde que apenas fuimos a la cafetería a cenar, con Mikey, Ray, Bob, Mario, Ron y obvio Gee.

-¿Dónde se pasaron todo el día? Los hemos estado buscando- preguntó Ray.

-Pues… hoy dormimos todo el día -me inventé.

-Claro, claro, solo durmiendo….-dijo Bob, yo me sonrojé.

-¿Mañana todos vaís a mi cumpleaños, verdad?-preguntó Mikey -que por suerte cambió de tema- aunque más que una pregunta, parecía una orden.

-Claro que si Mikey- dijimos todos sin ánimos porque ya nos había preguntado eso al menos unas doscientas veces.

Directamente subimos a la habitación a ponernos el pijama y a dormir, mañana sería un largo día, empezaría mi conquista.
Y como ya es rutina:

-Chao Frankie, que sueñes con los angelitos- me dijo Gee

-Tu también, Gee- si supiera que para mi él es mi angelito…

Me dormí pensando en Gee, yo lo sabía, estaba enamorado de Gerard Way…

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He aquí el cuarto capítulo, espero les guste :) como puede que hayan adivinado, Ron se me ocurrió del personaje de Ruper Grint de Harry Potter jaja
¿A que Mario es un amor? sí, nuestro pequeño Frankie se ha enamorado...
¿lo conquistará? pues... lo sabremos en el próximo capítulo XD
siento la tardanza.... he de decirles que el Dcode fue genial, fue un gran concierto y tanto sudor y calor mereció la pena, aunque la gente se colara logré segunda fila :) y estoy muy feliz
SALUDOS Y POR FAVOR ¡COMENTEN!