(NARRADOR OMNISCIENTE)
Había amanecido, eran las siete de la mañana y esta vez era Gerard el que se había levantado temprano, así que se fue a vestir.
Cuando ya estaba listo, miró a Frank que aun seguía durmiendo y se le ocurrió una gran idea..., así que se acercó a el y empezó a moverlo de un lado a otro.
-grrrrrrrrrrr....déjame... cinco minutos más mama- oyó decir a Frank con lo que a Gerard se le formó una sonrisa y sintió... ¿ternura? pero igualmente fue a la pequeña nevera y sacó una botella de agua...
-Con que con esas estamos...pues será por las malas Frankie.
Gerard abrió la botella, se acercó a él y le echó un chorro de agua en la cara. Frank dio un brinco.
-AHHHHHHHHHH ¡Gerard te voy a matar! ¡ven aquí!- dijo levantándose de la cama y yendo hacia Gerard.
-Venganza, dulce venganza- río Gerard.
El mayor retrocedía mientras Frank se acercaba, hasta que quedó acorralado en la puerta, así que la abrió y salió disparado y asustado de la cara de enfado de Frank que lo seguía corriendo todavía en pijama, que por cierto estaba empapado de agua congelada.
Corrían uno detrás de otro por los pasillos.
-¡Cuando te alcance te vas a enterar! -gritaba Frank.
Había gente que los miraba extrañados pero ellos seguían su persecución, corrían por el jardín, hasta que Frank cayó al suelo tras tropezar.
-Auch... creo que me he roto algo.... ashhh- Se quejaba tocándose la pierna. Al verlo Gerard se preocupó y fue a ayudarle
-Frankie ¿Qué te paso? ¿Qué te duele? ¿Estás sangrando?- Gerard se agachó quedando de cuclillas para ayudar a Frank y le tendió una mano pero…
-Jaja te lo creíste Peggy, ahora sí que vas a desear no haber despertado a la bestia- Frank lo agarró de la mano e hizo que Gerard cayera al suelo mientras que el menor se le tiró encima, pero cuando se miraron a los ojos ambos se sonrojaron. Entonces Frank comenzó a atacar haciéndole cosquillas mientras el mayor intentaba zafarse de él sin conseguirlo.
Había amanecido, eran las siete de la mañana y esta vez era Gerard el que se había levantado temprano, así que se fue a vestir.
Cuando ya estaba listo, miró a Frank que aun seguía durmiendo y se le ocurrió una gran idea..., así que se acercó a el y empezó a moverlo de un lado a otro.
-grrrrrrrrrrr....déjame... cinco minutos más mama- oyó decir a Frank con lo que a Gerard se le formó una sonrisa y sintió... ¿ternura? pero igualmente fue a la pequeña nevera y sacó una botella de agua...
-Con que con esas estamos...pues será por las malas Frankie.
Gerard abrió la botella, se acercó a él y le echó un chorro de agua en la cara. Frank dio un brinco.
-AHHHHHHHHHH ¡Gerard te voy a matar! ¡ven aquí!- dijo levantándose de la cama y yendo hacia Gerard.
-Venganza, dulce venganza- río Gerard.
El mayor retrocedía mientras Frank se acercaba, hasta que quedó acorralado en la puerta, así que la abrió y salió disparado y asustado de la cara de enfado de Frank que lo seguía corriendo todavía en pijama, que por cierto estaba empapado de agua congelada.
Corrían uno detrás de otro por los pasillos.
-¡Cuando te alcance te vas a enterar! -gritaba Frank.
Había gente que los miraba extrañados pero ellos seguían su persecución, corrían por el jardín, hasta que Frank cayó al suelo tras tropezar.
-Auch... creo que me he roto algo.... ashhh- Se quejaba tocándose la pierna. Al verlo Gerard se preocupó y fue a ayudarle
-Frankie ¿Qué te paso? ¿Qué te duele? ¿Estás sangrando?- Gerard se agachó quedando de cuclillas para ayudar a Frank y le tendió una mano pero…
-Jaja te lo creíste Peggy, ahora sí que vas a desear no haber despertado a la bestia- Frank lo agarró de la mano e hizo que Gerard cayera al suelo mientras que el menor se le tiró encima, pero cuando se miraron a los ojos ambos se sonrojaron. Entonces Frank comenzó a atacar haciéndole cosquillas mientras el mayor intentaba zafarse de él sin conseguirlo.
Frank seguía atacando su cuello y Gerard estaba asfixiado de tanto reír, pero el menor también lo hacía al ver al otro.
Siguieron así hasta que casi se quedan sin aire y ambos acabaron llenos de tierra.
Luego Gerard se puso de pie y le tendió la mano a Frank para ayudarlo a levantarse pero lo que hizo el menor fue jalarlo de la mano y Gerard volvió a caer mientras Frank salía corriendo.
-¡Te la debía, Gee!
(NARRA FRANK)
Después de dejar a Gee tirado me fui corriendo hacia la habitación.
Me divertí mucho, sentía un mar de emociones… estaba tan feliz… aunque cuando lo miré a los ojos… me entraron unas ganas de besarlo que creía casi sobrehumanas, pero no me atrevía.
Iría poco a poco, además, ¡hoy empezaría mi plan de conquistarlo! Y hablando de eso, ya era tarde y teníamos que ir al parque acuático. Estaba tan emocionado, me sentía como un estúpido adolescente quinceañero… ¿pero qué digo? Si todavía tenía catorce… así que supongo que se me estaba permitido actuar así.
Como todavía estaba en pijama, que ahora estaba empapada por cierto, y lleno de hierbajos y tierra agarré mi ropa con el propósito de darme una ducha pero entonces llegó Gee con cara de una mezcla de asfixiado y enfadado, así que me metí corriendo a bañar.
-¡Si no quieres verme desnudo mejor que no abras la puerta!- grité y no oí respuesta.
Empecé a quitarme la ropa y luego a meterme en la ducha.
Comencé a enjabonarme el cuerpo y como de costumbre a cantar.
“I´M A BARBIE GIRL, IN A BARBIE WORLD
LIVE IS PLASTIC, IT´S FANTASTIC
YOU CAN BRUSH MY HAIR
UNDRESS ME EVERYWHERE
IMAGINATION, LIVE IS YOUR CREATION
C´MON BARBIE LET´S GO PARTY
AH AH AH YEAH”
-¡Tanto estar con Mario te está afectando!- escuché la voz de Gee detrás de la puerta. Yo solo reí.
Terminé de ducharme y me vestí con uno de mis nuevos conjuntos, unos vaqueros negros muy ajustados y con muy quiero decir que hasta me apretaba “ahí”. Me los bajé para que se me vieran los boxers y me puse un cinturón de cadenas colgando, una camiseta sin mangas negra con una calavera blanca a un lado y unos converses negros.
Me mire en el espejo
-Hola guapo, espejito espejito ¿quien es el más bonito? pues claro que tu Frankie grrr eres toda una fiera, ¡qué sexy!
Sí, se me estaba yendo la olla… hasta hablaba con el espejo… bueno, después de mi interesante conversación con el espejo como me había recomendado Mario, me pinte los ojos con un delineador y me puse brillo de labios. Realmente estaba dudando de si algo en mi cabeza no me funcionaba...
Me miré una última vez y luego dispuesto a salir giré el pomo de la puerta pero... no abría.
-¡Gerardo Arturo, ábreme la puerta!- escuché unas carcajadas por parte de él.
-No Francisco Antonio Tomás, no hasta que te disculpes.
-Está bien... ¡discúlpame por enfadarme porque me despertaras tirándome agua congelada!
-Bueno, Franquito, ¿así que no te acuerdas de la otra vez que me despertaste gritándome? por mi te puedes quedar todo el día ahí encerrado.
-¡Cuando salga vas a desear no haber nacido!
-Ay, que miedo- me dijo sarcástico.
-Ya, ábreme la puerta y... y te compro dulces.
-Conmigo no sirve el chantaje... ¿pastelitos de chocolate?
-Sí... sí, los que tu quieras
Gee me abrió la puerta y cuando me vio se le quedó una cara de sorprendido. Mi plan estaba funcionando wajajaja, pero por encerrarme le pellizqué el brazo y él soltó un quejido.
-Ahora sí, buenos días- le dije y le di un pequeño beso en la mejilla. De repente me dio calor....
-¿Ya está? ¿no me vas a matar?
-¿yo? no podría, soy muy bueno- puse carita de ángel.
-Claro, claro Frankie, lo que tu digas, pero venga, vámonos ya que es tarde.
Antes que nada bajamos a la cafetería a tomarnos un café dónde estaban los demás. Luego nos iría a recoger la madre de Gee.
Estábamos esperando cuando llegó Donna y se bajó del coche. Era una señora de cabello rubio que de verdad que a primera vista me dio un poco de miedo. Llevaba unos pantalones de esos elásticos imitación a cuero, y una camiseta negra con el dibujo de una muñeca decapitada...
-¡Hola, chicos!-nos saludó. No parecía tan malvada- a ver como cabemos todos aquí...
Era cierto, ¿cómo íbamos a caber en ese auto?, así que Mikey fue de copiloto, Ray subió después atrás, a su lado Bob, luego Ron y luego Gee, quedándonos Mario y yo afuera porque ya no cabía más nadie... pero a Mario se le ocurrió una idea y me picó el ojo, se sentó encima de Ron y yo encima de Gee... estaba muy sonrojado y mi corazón iba a mil.
-¿Todo listo ya?-preguntó Donna- cuando miró a Gee por el retrovisor sonrió porque al parecer se alegró de que tuviera un amigo- ¿Habéis traído protector solar? porque si no, se van a quedar todos rojos-todos asintieron- ¿y bañador?- volvimos a asentir- Todo en orden, así que vámonos.
Me fijé de que en el auto había colgado una muñeca de esas que me asustaban cuando era pequeño, parecía que te miraba... esta mujer sí que era extraña... ya sé de donde había salido Gee.
Donna encendió el auto y pegó un brinco con el que casi me voy hacia alante y me entrompó, pero Gee me abrazó por la cintura para que no cayera, se sentía tan bien...
-Serás pequeñito, pero sí que pesas enano- me sonrió.
Yo estaba tan rojo que traté de no mirarlo, pero Mario me miraba divertido. Gee aún se aferraba a mi cintura y continuó así durante todo el viaje. Aparte de que la carretera estaba llena de baches y pegaba brincos a cada rato aplastando al pobre Gerard, con esa excusa le agarraba las manos a cada rato, por mí el viaje podía durar días...
-Agh estoy mareado... voy a vomitar- se quejó Bob.
Donna paró el auto y Bob salió mareado a vomitar mientras lo mirábamos por la ventana.
-Puag...- dijo Ron.
-¿Si les da asco entonces para que miran?- preguntó Donna -hay que ver, que cotillas...
Luego Bob subió otra vez, y Donna le preguntó si se encontraba mejor, él asintió así que continuamos nuestro viaje.
De vez en cuando Mario se giraba para besar a Ron apasionadamente sin importarle que Donna los mirara, que envidia les tenía...
-Mi amor ¿por qué estoy notando algo duro ahí abajo? Contrólate, honey- dijo Mario y Ron rió- Si fuera por mi te cogía aquí mismo pero sabes que...
-Mario, por favor...- le pidió Gee.
-Sí, Gerard, no te hagas el tonto que sabes que tú también lo estas deseando, sugar.
Gee lo ignoró. Yo disimuladamente le hacía cariñitos en sus brazos y pronto me quedé dormido abrazándolo y con la cabeza apoyada en su pecho ¿estaba en el cielo?
-Hey, Frankie, Frankie, ya llegamos- me dijo moviéndome pero no me inmuté- Si no te voy a despertar como esta mañana...
-¡Hola!- le sonreí y besé su mejilla.
Nos bajamos del auto y entramos.
-¡Vaya! esto es grandísimo- dije, en verdad parecía una isla de lo grande que era llena de toboganes y atracciones- Por cierto, felicidades Mikey- lo abracé.
-¡Gracias! ¿Alguien más se acuerda de que la razón por la que estamos aquí es por mi cumpleaños?- los miró a todos, y luego se fueron acercándose y felicitándolo- Frank es el único que se acuerda de mi... que triste...
-Tampoco exageres- le dije.
En fin, fuimos a ponernos el bañador, el mío era uno rosa con calaveras blancas, no era de esos que son muy pequeños que apenas te tapa ni tampoco uno de esos que llegan hasta la rodilla.
Luego salí y me quede boquiabierto tras ver a Gerard... era tan perfecto... su pecho tan blanco, su cabello negro que contrastaba y esos ojos esmeralda... salí del trance. Bueno, él llevaba un bañador del mismo modelo que el mío pero no tenía calaveras si no que era negro con cerditos… era tan adorable.
Luego observé a Mario... llevaba un bañador que apenas le tapaba, bastante ajustado y de color blanco que decía "you turn me on" en la parte delantera y "touch me" en la trasera... ese chico sí que estaba mal.
Los demás tenían el típico bañador de colores.
-¡Hey Frank! ¿A cuál vamos primero?- me preguntó Gee.
-¡Yo quiero ir al del unicornio!- sugirió Mikey
-¡A ti no te estaba preguntando!- le dijo Gee.
-No seas tan malo con tu hermano Gee. Anda vamos al unicornio.
-¡Bien!
Gee me miró con cara asesina y todos nos fuimos hacia esa atracción. Para mi suerte los flotadores eran de dos en dos, así que yo fui con Gee. No me resistí a no tocarlo cuando estábamos ya en el flotador, él delante y yo detrás, y lo abracé por la cintura.
La caída era bastante alta así que echamos un grito y salimos por la boca del unicornio.
Así probamos muchas atracciones, el volcano, el dragón, el gigante, la torre del poder... hasta que nos subimos a una que era un recorrido de tubos cerrados muy larga y mientras estábamos en ella oímos unos gemidos.
-Ya están estos dos otra vez...-dije ya cansado- ¿y si los asustamos Gee?- le susurré en el oído. Él asintió sin saber lo que haría- Ah... si... Gerard... más rápido... ah... que rico- empecé a simular que gemía. Gee estaba sonrojado pero entendió lo que pretendía.
-Ah si... mi Frankie... así... ah...mmmm- me siguió el juego aunque eso me encendió, y noté que algo en mí estaba despertando, más bien mi “cosa”... ¿ahora que iba a hacer? me eché agua fría y se calmo un poco...
Es que ¿quién es capas de liarse en unos túneles? pues la respuesta es... Mario y Ron que por cierto, dejaron de hacer ruiditos.
Llegamos abajo y los mencionados no dejaban de mirarnos muy raro, seguro se habían creído que estábamos haciendo algo...
-¿Se puede saber que estaban haciendo en ese túnel?- preguntó Mario.
-Eso es lo que le tenemos que preguntar a ustedes, ¿que hacían liándose ahí? nosotros solo estábamos tomándoles el pelo- dijo Gee.
-Primero, que no nos estábamos liando, solo... tocándonos, es muy difícil aguantar todo el día, y segundo, pues me creí la bromita.
Nos dio la risa tonta y después nos fuimos a comer unas hamburguesas que había traído Donna, que estaban muy buenas aunque yo tuviera que quitarle la carne...
Después como cuando éramos niños le dimos los regalos a Mikey. Básicamente ropa, pero como Mario siempre tiene que cagarla, le regalo un tanga con un dibujito de unicornio.... Mikey se sonrojó.
Yo siempre estaba pegado a Gerard como una lapa. Había sido un día muy divertido pero ya iba a cerrar el parque, por eso por último nos fuimos a una playa de esas que tienen olas falsas y luego nos duchamos y cambiamos. Ya en el auto...
-Todavía tenemos tiempo, ¿qué les apetece hacer?- preguntó Donna.
-¡Ir al centro comercial!- contestamos todos.
-Está bien...
Como antes, yo estaba sobre Gee y él me agarraba de la cintura, era tan tierno...
Llegamos y fuimos a algunas tiendas de juegos y de repente se me ocurrió una gran idea... Siempre he querido hacerme un piercing, sé que es algo loco hacérmelo ahora pero serviría para provocar un poco a Gee.
-Hey Gee, vamos a esa tienda, me voy a hacer un piercing.
-Frank ¿te han dicho alguna vez que estás loco? ¿Ni le vas a decir a tus padres?
-Baa... a ellos les da igual. Venga, vamos Gee- lo jalé de la mano.
Un chico totalmente tatuado me atendió, y en menos de cinco minutos ya tenía un bonito piercing en forma de aro en el labio. Ni me había dolido, aunque se me habían hinchado un poco los labios.
(NARRA GERARD)
Hoy había sido uno de los mejores días de mi vida, otro de ellos había sido cuando me compré mi primer cómic, lo sé, entiendo que quizás es un poco friki.
Bueno, hoy Frank había estado muy cariñoso cosa que me encantaba... pero cada vez era más irresistible, se había puesto una ropa que no dejaba nada a la imaginación y me dejaba babeando, y mejor no hablar en bañador...
Había estado todo el día sintiendo cosas en el estómago, escalofríos, cambios de temperatura... en fin, ya era obvio que sentía algo por Frankie... pero ¿qué? ¿Es normal esto en la amistad? no lo creo porque con los demás es diferente... cada vez que me abrazaba, era algo inexplicable, lo que sabía es que quería comerme su boca, más ahora que acababa de hacerse un piercing y tenía los labios rojos e hinchados... me preguntaba en cómo alguien podía ser tan perfecto.
A Frank le dolía un poco la boca después de un rato, y fuimos a tomarnos un helado, cosa que no fue buena idea... luego comprenderán por qué.
Yo me pedí uno de fresa al igual que Frank, nos sentamos en una mesita. Estaba comiendo tranquilamente cuando Frankie empezó a chupar su helado de una forma... ¿provocativa? No le podía quitar la vista de encima...lo lamía... se lo pasaba por sus labios... casi me da algo y sin quererlo mi entrepierna despertó. Traté de no mirar pero no podía... "contrólate Gerard, contrólate" me decía a mí mismo.
Volvimos al auto, encima Frankie iba encima de mí. Suerte que al menos nos pusimos a jugar al veo veo. Sí, creo que creemos que tenemos cinco años...
-Veo veo- empezó Mario afeminadamente.
-¿Qué ves?-dijimos todos.
-Una cosita.
-¿Y qué cosita es?
-Empieza por la P.
-¿Que será, qué será, qué será?- cantamos.
-¿Puerta?- dijo Ray.
-no.
-¿Perro?- dije yo
-¿Acaso tú ves algún perro aquí? les daré una pista... es algo que me gusta mucho, es duro, lo tiene mi novio, y Frank no.
-Ya empezamos...-dijimos todos al unísono.
-A que adivino... ¿pene?- dijo Frank.
-¡Sí! acabas de admitir que no tienes pene.-estalló en carcajadas.
-¿A sí? ¿Y entonces esto qué es?-dijo Frank señalando su entrepierna, cosa que me provocó...
-Pues que te pones relleno porque sientes complejo- explotamos de risa. No sé cómo mi madre había aguantado todo, y encima parecía feliz. Supongo que es porque su querido hijo antisocial tiene amigos, amigos raros, pero amigos al fin y al cabo.
Seguimos con nuestras boberías hasta que llegamos al instituto y le di un abrazo de despedida a mi madre.
-Adiós- nos despedimos de Donna.
-Esa Donna si que mola, se merece una ola- ¿a que no adivinan quién dijo eso? sí, que raro que fuera Mario.
-Uouhhhhhh- hicimos una ola
-Otra ola.
-Uouhhhhh
-Un Tsunami
-Whouuuuu.
-¿Seguro que no se tomaron nada?-preguntó Donna y nosotros reímos.
Estábamos tan cansados que como anoche fuimos a la cafetería, cenamos y nos regresamos a la habitación.
-¡Ash, qué cansado estoy!- Me tiré a mi cama.
-¡Y yo!- Frank se tiró también en mi cama aplastándome.
-¡Au!- me quejé pero él se acomodó a mi lado y me abrazó. Yo le correspondí, apoyó su cabeza en mi pecho.
-Gee.
-¿Sí?
-Eres mi mejor amigo, te quiero- me dijo, y mi corazón fue a mil.
-Y yo a ti. pequeño.
Estuvimos así un rato pero teníamos que ponernos el pijama, que desde entonces era la chaqueta que le presté a Frank aquella vez, me gustaba olerla para dormir, sí, no la había lavado y sí, soy un guarro.
Ya cambiados nos íbamos a acostar
-Que descanses, cariño- me dijo, y me dio un beso en la mejilla. Como de costumbre me sonrojé
-Tu también, Frodo.
Cada uno se fue a su cama, pero yo me quedé pensando, ¿qué hago? ¿Le digo lo que siento y arruino nuestra amistad o seguimos así? tengo miedo a lo desconocido y a lo que pueda pasar, así que por ahora está bien de este modo, no tenía ni idea de estas cosas... aunque tampoco tenía ganas tenía que recurrir a Mario.
Estaba claro que lo que sentía por Frank era algo más que amistad, pero me daba miedo aceptarlo.
---------------------------------------------------------------------------------------
¡Hola! espero no defraudarl@s, ahora trataré de subir un cap cada dos o tres días.
Frank ya lo tiene en el bote pero a Gee le da miedo lo que pueda pasar...
al siguiente día ya empieza la acampada :) ¿qué pasará? ¡lo descubriremos en el próximo capítulo!
Quería preguntarles si quieren que le ponga imágenes de todas las cosas que nombro en mi fic, como de las atracciones, la ropa... o si prefieren imaginárselo ustedes
SALUDOS y COMENTEN
EL CAPITULO ME HA DEADO SIN-PALABRAS!
ResponderEliminarMe he reído mucho con lo del unicornio y con lo de "amigos raros, pero amigos al fin y al cabo" Jajaj Mario es simplemente perfecto, me encantaría tener un amigo así jaja x)
Oh y lo de poner imágenes, a mi me gusta imaginármelo todo pero bueno, si pusieras por ejemplo de la zona de camping estaría bien, no se... En fin, SIGUE! ME TIENES ENGANCHADÍSIMA!
Un besoo! (L)
gracias!!!!!!!!!!!!!!!! :)
ResponderEliminarJaja muy bueno aunque solo he leido este capitulo me parecio eficaz...
ResponderEliminarvoy a empezar seguirte...
bueno te dejo un link de mi blog: http://todoloquesemeocurra-gonza.blogspot.com/
espero tu comentario bye...
hola!! gracias, me pasaré :)
ResponderEliminar