A pesar de tener todas esas preguntas en mente, y aún sabiendo que quizás podían ser respondidas por sus nuevos “amigos”, no quería saberlo, prefería quedarse con las dudas; ya tenía bastante información de todo esto.
El pelinegro pensaba en la debilidad de los seres humanos, vagando por la tierra, muchos sin un propósito alguno, simplemente soportando la vida que les había tocado, hasta que un día se acabe, sin saber a dónde irán después… ahora es cuando la pregunta “¿cada uno de nosotros hemos nacido para realizar una misión en la vida, o solo vivimos por vivir?” rondaba por su mente, entre otras como: “¿Por qué estamos en este mundo? “
Si creyera en la primera opción, entonces ¿por qué hay gente que nace, pero nada más permanece aquí días, o incluso horas? ¿Era eso un castigo? ¿Por qué la gente toma la vida tan a la ligera, incluso llegando a crear una nueva vida por error, por un descuido? ¿Dios realmente existe? Si es así, ¿somos simples marionetas que controla para su propia entretención? No lo sabía, pero ahora, conocía su misión. Se sentía feliz de ello, sabía el uso de su don, tenía algo importante que hacer en la vida, y a diferencia de la mayoría de la gente, conocía cosas sobre la existencia y la no existencia, llamada "muerte" por la mayoría, que el resto de seres humanos ignoraba. Ahora solo podía dar lo mejor de si, seguir adelante y luchar.
En esos momentos, Gerard estaba meditando sobre su cama, agarrándose la cabeza, sumido en sus propios pensamientos, comparando su misión en la vida y el lugar en el que estaba, con un videojuego.
La puerta se abrió y entraron por ella los cinco asiáticos. Extrañamente cargaban cada uno su arma, y sonreían de manera demente. Gerard se tensó pero no se movió, entonces cada uno sacó su arma de su respectivo estuche.
-No deberías de confiar en las personas tan fácilmente, ¿acaso no te enseñaron a desconfiar de los desconocidos?- se burlaba Reita.
-¿Qué estáis haciendo? ¿Es una broma?- preguntaba angustiado Gerard, comenzando a sentir temor.
-¿Qué te dice que somos diferentes al resto de personas de este sitio?- se carcajeó Kai.
Se acercaron hasta el pelinegro, este se levantó de la cama y quedó acorralado en una esquina. Gerard sentía que se derrumbaba de nuevo, por fin, había encontrado una solución, y ahora… ¿todo había sido una farsa?
-Eres peligroso, debemos acabar contigo- anunció Uruha, irradiando sensualidad al mover su katana con tan expertos y sigilosos movimientos.
Gerard no podía rendirse, no ahora. Intentó huí y escabullirse, pero antes de eso, fue rajado con una de esas armas, sin haberse percatado de que el menor de ojos azules en esos instantes poseía una mirada siniestra.
-Lo sentimos, pero es necesario.- dijo Aoi, con cara de verdadero arrepentimiento.
Poco a poco, fue cortado en varias ocasiones con esas katanas y las llamas de colores que cada una de ellas desprendía. Parecía que las llamaradas eran como fuego ardiendo, abriendo su piel. Adiós a su Frank, adiós a su triste y corta vida. Lloraba sumido en tan desgarrador dolor incesable.
De repente, el pelinegro abrió sus ojos, intentando respirar, se sentía asfixiado. Miró a su alrededor y no había nadie, se observó y no tenía ni una marca en el cuerpo. Seguía en la misma posición, sentado en su cama. ¿Cómo iba a haber tenido un sueño, si allí no podía dormir? Sintió una gran desconfianza hacía sus nuevos amigos, pero al salir de su habitación, y al verlos correteando uno detrás de otro mientras reían, desapareció. Ellos no podían hacer algo así, sabía que eran de confianza, pero para aclarar sus dudas, decidió preguntarle a Kai sobre lo ocurrido.
-Kai…- lo llamó débilmente.
-Dime- contestó el otro sonriendo y acercándose a él, parando de correr.
-Yo… no es posible soñar aquí ¿no?- preguntó asustado al líder.
-No, que yo sepa, pero puede que tu cabeza controle tus sueños gracias al poder, aunque nunca me ha pasado eso. ¿Por qué?- explicó el mayor intrigado.
-Es que… tuve una especie de sueño, más bien pesadilla, ahora mismo, en la que ustedes… me mataban.- en esos momentos el resto del grupo estaban curiosos escuchando la conversación,.
-¿No habrás creído que te queremos matar de verdad?- habló Reita, teniendo miedo a que el nuevo desconfiara de ellos, él solo querían ayudarle. Los otros quedaron sorprendidos ante tal atrevida pregunta.
-No, no es eso, pero fue tan real… solo quería saber por qué soñé aquí.- respondió el menor intentando no sonar desconfiado.
-Puede que… hayas soñado con los ojos abiertos, y que hayas desarrollado el poder de controlar el sueño aquí, si es así, tu don es impresionante- dedució Ruki.
-Es probable, pero ten por seguro, que nunca te dañaríamos, ¿qué ganaríamos con ello? Solo quiero que confíes en nosotros…- pidió Kai, y el aludido asintió.
-Ahora vamos a comenzar con el entrenamiento, así que, ¡abrazo grupal!- ordenó Reita, queriendo cambiar de tema y que Gerard se sintiera unido a ellos. El menor se preguntó qué tenía que ver un abrazo con el entrenamiento, así que asintió sin entender.
-Recuerda que aquí hay que controlar el don para poder sentir, por lo que concéntrate en el tacto.- dijo Kai, eliminando la cara dudosa de Gerard. Este hizo lo ordenado. Todos se acercaron entre ellos y pasaron sus brazos a su alrededor. Gerard era tímido y no le agradaba el contacto humano, a no ser que fuera con su pequeño, eso le volvía loco, pero ahora mismo, ese miedo al contacto humano era el menor de sus problemas.
Al mantener contacto con los otros, no sintió nada al principió, pero al conseguir la completa concentración, logró sentir el tacto y sonrió, al parecer no se le daba mal eso de los poderes. Al finalizar el abrazo todos sonrieron, y miraron a Gerard, este entendió la pregunta y asintió.
-Prueba superada, pero no creas que todo es así de fácil, ahora empieza lo duro.- dictaminó el de la nariz cubierta.
-Tomen sus armas y vámonos.- ordenó Kai, todos hicieron caso.
Gerard fue conducido hacía una habitación enorme, que contaba con lo que parecían ser espantapájaros, muchos de ellos.
Esa habitación estaba decorada al más puro estilo medieval, pero con buen gusto y a pesar de ser extraña, se sentía cómodo allí.
-Vamos a marcar horarios de clase, y debéis asistir todos.- habló Kai como si fuera un auténtico profesor. Las personas allí presentes asintieron.- Bien, primero tendremos clase de armas, luego mental, y supongo que también teórica, después habrá descanso y así todo el tiempo, hasta que sea el momento y practiquemos con uno de los seres de verdad, y como no sé escribir en inglés, lo tienes que memorizar, Gerard, ¿entendido?- todos asintieron- Ok- cambió su semblante serio a uno sonriente.
Gerard quería conocer a cada una de esas personas y saber que clase de vida tenían, pero ya tendría tiempo de eso.
-Estos- señaló Aoi a uno de esos muñecos de estatura de una persona normal- son SCARECROWS, sirven para practicar.
Gerard no lo entendió, ¿qué comparación tenía eso con un ser verdadero si ni siquiera podía moverse?
Entonces Ruki llevó una mano a su cabeza y cerró los ojos, mientras movía la boca y Aoi sacaba su katana. Lo próximo que observó el pelinegro era cómo un SCARECROW parecía haber cobrado vida y se movía con toda naturalidad, atacando a Aoi lanzando golpes. El atacado, levantó su arma, se posicionó, y de un solo movimiento, partió al muñeco por la mitad, como si eso fuera lo más fácil del mundo. Gerard se quedó con la boca abierta, literal y metafóricamente, lo que acababa de observar era impresionante. Aoi realizó una reverencia inclinando su cabeza hacía delante y guardó su katana de llamaradas azules.
Todos rieron al ver la cara de alucinado de Gerard.
-Por ahora Gerard, empezarás con un SCARECROW no poseído para que aprendas a utilizar el arma, y luego empezarás con uno más pequeño pero con vida.- anunció Kai.
Gerard se sentía intrigado y excitado por todo aquello, entonces ideó la idea de escribir un diario de todo lo que ocurría, y así podría contárselo con todo detalle a su Frankie, sea como sea, haría llegar el diario a Frank, aunque no sabía como haría, pero observando las cosas sorprendentes que hacían las personas de su alrededor, no dudaba de que eso no sería problema.
Gerard tomó una katana, y esta volvió a desprender llamas rojas. Kai se dedicó a explicarle los movimientos, y la verdad es que era mucho más complicado de lo que parecía. El resto estaba practicando con SCARECROWS más grandes y “poseídos”, pero los practicantes se movían con agilidad. ¿Cuánto tiempo tendría que practicar él para ser igual de bueno?
Ni sabía cuantas horas habían transcurrido, pero Kai detuvo la clase y anunció que comenzaría otra. En ese tiempo Gerard solo había conseguido causar unos pocos rasguños en el muñeco, pero Kai le dijo que era normal, era la primera vez, que no debía desanimarse, así que se sintió mejor al saber aquello.
Caminaron hacía otra habitación, aún más grande que la anterior y completamente vacía, de paredes blancas, parecía ser la "nada", -auque si lo fuera, no sería de color blanco- pensó el pelinegro. Gerard no sabía qué podían hacer ahí.
-Como esta es mi clase favorita y soy el mejor en esto, explico yo- sonrió Ruki.
-Claro que sí, princesita- rió Reita, intentando enfadar al menor, pero este intentaba no formar una sonrisa en su rostro, ¿habría algo entre ellos?
-Lo que iba diciendo, esta clase consiste en hacer volar la imaginación, y crear lo primero que se te ocurra- explicó el pequeño.
-El que va a volar pareces tú- comentó Reita de nuevo, pero Ruki lo ignoró y prosiguió.
-Hay que cerrar los ojos, pensar en la imagen de lo que quieras que aparezca, concentrarse, y eso surgirá, es más fácil si nombras lo que quieres que aparezca.
Ruki realizó un ejemplo, y todos pudieron observar una estatua que parecía ser Reita, esculpida en mármol, y con el pene exageradamente pequeño.
-Pero serás…- se molestó Reita, el cual se acercó al menor e intentó pegarle, pero el pequeño de un momento a otro estaba ubicado un poco más alejado, como si se hubiera movido a una velocidad sobrehumana. Todos rieron al mirar con detenimiento la estatua. Se podía notar que Reita estaba sonrojado, a pesar de tener esa banda cubriendo su nariz.
Gerard intentó realizar la misma acción, tratando de plasmar una estatua de su adorado Frank, pero por mucho que lo intentó, no pudo, y su paciencia se iba agotando.
Los demás ya habían “creado” varias cosas, y Ruki ya tenía un juego de cuarto completo, con estatua incluida, a su lado.
Kai se acercó a Gerard y le aconsejó:
-Prueba con algo más pequeño y sencillo, no podrás crear algo complicado al primer intento, por muy bueno que seas.
Gerard obedeció, tenía razón, así que probó con otra cosa.
Intentando de recordar el rostro perfecto de su pequeño, consiguió crear una foto de Frankie.
Al lograrlo sonrió y se la mostró al resto.
-La verdad es que es muy lindo- comentó Uruha, el cual tenía ya muchas botellas de alcohol vacías a su alrededor, al parecer aprovechaba que allí no podía emborracharse para beber como si no hubiera un mañana.
Gerard se sintió feliz tras esas clases, podría lograrlo, podía acabar con esto y ser feliz junto a Frank.
***
-No quiero clase de teoría- se quejaba Reita.
-Está bien, por ahora, además llevamos mucho tiempo aquí, tenemos que despertar… si no, quedaremos en coma. Siento que te tengas que quedar solo Gerard…- dijo Kai, con tristeza- pero no salgas de aquí por ninguna razón, sería demasiado peligroso, volveremos pronto. – Gerard asintió- yo me quedaré un rato más para asegurar la zona, ustedes iros.
Gerard se dedicó a recorrer ese enorme castillo o lo que sea que fuese, maravillado por todo lo que veía. Consiguió crear una libreta y una cámara de fotos tras muchísimos intentos. Fotografió todo el lugar, y escribió todo lo que había ocurrido hasta ese entonces.
Mientras tanto, Kai tenía una cosa pendiente que hacer, salió del lugar, armado con su katana, y caminó en busca de ese ser del que tenía sospechas. Mayor fue su sorpresa cuando no lo encontró. Tenía un mal presentimiento… ¿podría ser ya demasiado tarde?
--------------------
Espero que les guste el capítulo y que no les haya decepcionado. Comentad, por favor >w<
Que buen Capitulo, Va genial la historia pero me hace falta Frankie xD, Espero el proximo.Valen.
ResponderEliminarMuchas gracias por leer ^^ sí, pronto Frankie aparecerá :3
EliminarDios, no dejes más con la intriga del próximo capítulo :)
ResponderEliminarhaha lo siento, por fin actualicé >.< gracias por leerme y no abandonar la historia.
EliminarPOR DIOS SUBE, que empecé ayer a releerlo (bueno, releerlo y leerlo, porque al parece dejé de leerlo y tal *yo y mis despistes en Blogger*) pero JODER QUE ME ENAMORO, TIENES QUE SUBIR, PRONTO, SÍ.
ResponderEliminarQue me encanta :3
Muchísimas gracias (yo soy peor en actualizar >.<)me alegra mucho que te guste *-*
Eliminar